El chupinazo da comienzo a las fiestas de los Sanfermines 2018
El lanzamiento del tradicional chupinazo desde el balcón principal del Ayuntamiento de Pamplona ha dado comienzo a los Sanfermines de 2018, nueve días de fiesta ininterrumpida que visten de blanco y rojo la capital navarra. Este año, los encargados de lanzar el chupinazo han sido el grupo musical Motxila 21, de la Asociación de Síndrome de Down de Navarra, elegidos por votación popular.
El lanzamiento del tradicional chupinazo desde el balcón principal del Ayuntamiento de Pamplona ha dado comienzo a los Sanfermines de 2018, nueve días de fiesta ininterrumpida que visten de blanco y rojo la capital navarra. Este año, los encargados de lanzar el chupinazo han sido representantes del grupo musical Motxila 21, de la Asociación de Síndrome de Down de Navarra, elegidos por votación popular.
«Pamplonesas, pamploneses, irundarrak, viva San Fermín, gora San Fermín», han sido las palabras pronunciadas por Ibai Ganuza y Leire Zabalza, los representantes del grupo musical encargados de prender la mecha que ha dado inicio a las fiestas de San Fermín.
Horas antes del chupinazo, en la plaza del Ayuntamiento se han congregado miles de personas vestidas de blanco y rojo. También se han sumado a la fiesta las autoridades e invitados al Ayuntamiento, cantando y bailando en los balcones, donde se han colocado los pañuelos rojos al cuello como símbolo del comienzo de las fiestas.
Tras el chupinazo, la fiesta recorrerá las calles de Pamplona con miles de personas vestidas con el tradicional atuendo de los Sanfermines. En total, hay casi 500 actos previstos en el programa, entre ellos los encierros, la procesión en honor a San Fermín, los fuegos artificiales, las salidas de los gigantes y cabezudos y actividades musicales.
Antes del lanzamiento del chupinazo, el Ayuntamiento de Pamplona ha colocado el mástil vacío en lugar de la ikurriña, como anunció el alcalde de Pamplona, Josefa Asiron, de EH Bildu. De esta forma, ondean las banderas de España, de Navarra, de Pamplona y la europea, además del mástil vacío. El alcalde ha optado por no izar la ikurriña después de que el Ayuntamiento de Pamplona fuera condenada por colocarla el año pasado.
El comienzo de estas fiestas ha estado marcado por las protestas feministas celebrados en los días previos a su comienzo en recuerdo de las víctimas de agresión sexual en años anteriores, en especial de Nagore Laffage, asesinada en los Sanfermines de 2008, y de la víctima de La Manada.
Durante días se han hecho propuestas populares a través de las redes sociales, como acudir a las fiestas con camisetas negras para protestar contra las agresiones sexuales, pero las asociaciones feministas se han opuesto a estas propuestas «sin consenso, sin contraste alguno y sin un objetivo claro» que consideran una «injerencia externa» y, en algunos casos, «oportunista», que debilita su labor.
También se han sucedido las protestas de colectivos animalistas y antitaurinos los días previos a las fiestas. Los manifestantes exigían unas fiestas sin maltrato animal, mostrando su rechazo a los encierros y a las corridas de toros. En ese debate ha intervenido el alcalde, Joseba Asiron, que dice que «no se entienden los Sanfermines sin el toro», pero sí puede llegar a imaginar unas fiestas sin corridas.