La UE confirma su posición de que Gibraltar es una "colonia"
El ejecutivo del peñón califica la decisión de «vergonzosa» y denuncia la «extrema presión» de España
La Unión Europea ha comunicado formalmente este martes su decisión de eximir de visados a los británicos para estancias cortas tras el Brexit, una medida incluida en un reglamento que define Gibraltar como una «colonia» británica. «El Consejo ha adoptado un reglamento por el que, después del Brexit, los ciudadanos de Reino Unido que viajen al espacio Schengen para una estancia corta (90 días por un período de 180 días) estarán exentos de la obligación de visados», ha indicado esta institución en un comunicado.
La exención de visados para los británicos está «condicionada a la reciprocidad» con los ciudadanos europeos, de acuerdo con el Consejo de la UE. La medida entrará en vigor cuando la legislación europea deje de estar vigente en Reino Unido. El visto bueno final de los países europeos en el Consejo de la UE era el último requisito para la publicación del nuevo reglamento en el Diario Oficial, después que la Eurocámara lo aprobara el pasado jueves tras una tramitación polémica.
La inclusión a petición de España de un pie de página que reza que «Gibraltar es una colonia de la Corona británica» conllevó la oposición del ponente del texto en la Eurocámara, el británico Claude Moraes, que impidió su tramitación. Sin embargo, ante la cercanía de un Brexit sin acuerdo el 12 de abril, la presión aumentó sobre Moraes, que al final fue sustituido por el búlgaro Sergei Stanishev, quien aceptó la tramitación del texto, aunque criticando el movimiento de España.
La UE considera así por primera vez en un texto legal que Gibraltar es una «colonia» británica, una definición que se acerca de la posición española en su disputa con Reino Unido y que representa una de las consecuencias del Brexit. El gobierno español había celebrado así el pasado jueves un «gran paso adelante para la posición y las reivindicaciones» de España, mientras que el ejecutivo gibraltareño denunció la «extrema presión» de España y una «decisión vergonzosa».
