Muere la última hembra de una especie de tortuga en peligro de extinción
Los encargados trataron de reanimarla durante 24 horas y extrajeron su tejido ovárico para congelarlo con el objetivo de seguir intentando salvar a la especie en el futuro
La última hembra conocida de tortuga de caparazón blando del Yangtsé ha muerto en un zoo de Suzhou, en el este de China, un día después de un intento de inseminarla artificialmente, según informan los medios locales.
Xiangxiang, que tenía más de 90 años, falleció el sábado después del intento de inseminación artificial, realizado sin problemas tras un examen médico que había determinado que su estado de salud era bueno, informa la agencia de noticias estatal China News Service. Un equipo de expertos chinos e internacionales investigará las causas de la muerte.
«La tortuga más rara del mundo, la tortuga gigante de caparazón blando del Yangtsé, una muerte más en el zoológico de Suzhou, Jiangsu, este de China, el sábado. La muerte de la única hembra conocida en China aumenta el riesgo de extinción de la especie, cuya población ahora se reduce a tres», ha escrito en su cuenta Twitter la agencia oficial.
The world's rarest #turtle, Yangtze Giant Softshell Turtle, saw one more death at Suzhou Zoo, East China's Jiangsu on Saturday. The death of the only known female in China increases the extinction risk of the species, whose population now drops to three. pic.twitter.com/Ae1lWb3FSa
— China News 中国新闻网 (@Echinanews) April 14, 2019
El zoo ya había tratado de fecundar a la tortuga de forma artificial en cuatro ocasiones desde 2008, todas ellas sin éxito.
Los encargados trataron de reanimarla durante 24 horas y extrajeron su tejido ovárico para guardarlo en nitrógeno líquido con el objetivo de seguir intentando salvar a la especie en el futuro.
Las informaciones apuntan que ahora solo quedan tres ejemplares vivos: un macho en este mismo zoo chino y otras dos tortugas en Vietnam, cuyo sexo no se ha podido confirmar. En Vietnam vivió también otra hembra, que murió en 2016.
La especie –cuyo nombre científico es Rafetus swinhoei– es una de las tortugas de agua dulce más grandes. Puede vivir más de 160 años y tener de dos a tres camadas cada año.
Tras no ser incluidas en la lista de especies amenazada que el Gobierno chino elaboró en 1989, el número de tortugas de caparazón blando del Yangtsé fue descendiendo debido a la pesca intensiva, a la destrucción de su hábitat y a otras actividades humanas.