Brasil autoriza la extradición de García Juliá, uno de los autores de la matanza de Atocha
La Audiencia Nacional había pedido al Gobierno de España que solicitara a Brasil la extradición de García Juliá
El Tribunal Supremo de Brasil ha autorizado la extradición del español Carlos García Juliá, condenado por participar en la matanza de Atocha en el año 1977. Las autoridades brasileñas han aceptado así la petición de España, que pedía la extradición del antiguo militante de Fuerza Nueva.
La Audiencia Nacional había pedido al Gobierno que solicitara la extradición de García Juliá, condenado por participar en la masacre en la que fueron asesinados tres abogados laboralistas, un estudiante y un administrativo, por entender que la condena no ha prescrito y aún le quedaba por cumplir 3.855 días de cárcel.
García Juliá, que cumplió 14 de los 193 años de prisión a los que fue condenado en el año 1980, estuvo prófugo y fue arrestado en diciembre de 2018 en Sao Paulo, donde vivía bajo una falsa identidad venezolana.
En una audiencia pública, el Tribunal Supremo ha autorizado su extradición a España al considerar que se cumplían los requisitos necesarios y que la solicitud de las autoridades españolas no había sido presentada con “la finalidad de perseguir o castigar al extraditado por opiniones políticas”. Los detalles del proceso de la extradición no han sido divulgados por el momento, según informa Efe.
El antiguo militante de Fuerza Nueva, que tenía 24 años cuando cometió la matanza, fue condenado en 1980 por cinco asesinatos y cuatro intentos de homicidio en el despacho laboralista de Comisiones Obreras, en el número 55 de la calle Atocha de Madrid.
Su condena fue limitada al máximo de treinta años previsto entonces por las leyes españolas y en 1991 se le concedió la libertad condicional. Obtuvo después la autorización para
viajar a Asunción y trabajar allí, con la condición de presentarse mensualmente en la Embajada de España en Paraguay, pero incumplió esta norma y se fugó.
Su última pista antes de ser arrestado en Brasil se perdió en Bolivia, donde vivió un tiempo y había sido encarcelado por un delito relacionado con el narcotráfico. Tras dos décadas en paradero desconocido, fue detenido en diciembre de 2018 en Sao Paulo gracias a las investigaciones de las policías Nacional española y Federal brasileña y el apoyo de Interpol. Finalmente fue arrestado cuando salía de su domicilio en el barrio de Barra Funda, donde vivía bajo la identidad de Genaro Antonio Materan.