Dos supervivientes del Holocausto se reúnen con la mujer que les salvó la vida 70 años después
Melpomeni, de 92 años, ha viajado desde Grecia a Jerusalén para conocer a la familia: «Era como una leyenda, y de repente es de carne y hueso»
Sarah Yanai y Melpomeni Dina se han fundido este lunes en un abrazo cargado de historia y emotividad. Una, superviviente del Holocausto; la otra, su salvadora, se han reencontrado hoy en Jerusalén para conocer a los casi 40 descendientes de aquella familia que Dina ocultó de los nazis.
«Escuché historias sobre ella durante muchísimos años, lo que su familia hizo por mi papá (Yossi) y su familia. Era como una leyenda, y de repente es de carne y hueso, es una persona real y me emociona mucho verla aquí», ha declarado a Efe Rafeket Dor, sobrina de Yanai al conocer a Dina.
Sarah, su madre Mari y sus cuatro hermanos, entre ellos Yossi, fueron ocultados por Melpomeni y sus hermanas en su casa en la ciudad griega de Veria, donde permanecieron varios meses a finales de la II Guerra Mundial hasta que lograron escapar.
Este lunes, en el Centro Internacional para la Memoria del Holocausto en Jerusalén, Yad Vashem, se han reencontrado y Sarah, junto a su hermano Yossi, que han introducido a Melpomeni, de 92 años, a sus casi 40 hijos y nietos, quienes han saludado personalmente a una de las principales responsables de que su familia no fuera capturada por los nazis.
«Es una emoción enorme recibirla aquí en Israel y que pueda conocer a nuestras familias», ha aclarado a Efe Sarah, notablemente emocionada, y sentada junto a su salvadora, con quien ha llorado durante varios minutos.
«Ella salvó a toda mi familia y ahora puede ver a la gran familia que hemos construido. Es tan increíble lo que hizo, corrió un peligro inimaginable al ocultarnos«, ha explicado Yanai, de 86 años, sobre Melpomeni.
Melpomeni, que ha viajado especialmente desde Grecia para conocer a las familias de Sarah y Yossi, no pudo contener las lágrimas cuando los nietos más pequeños se acercaron a abrazarla y le dieron un beso en la mejilla.
«Estoy muy feliz de veros a todos vosotros y con buena salud», ha dicho Melpomeni, que ha remarcado que «hay que enseñar al pueblo a hacer el bien, porque cuando uno hace algo bueno, lo volverá a recibir en algún momento de su vida«.
Tanto Melpomeni como sus hermanas fueron reconocidas como Justos entre las Naciones, un reconocimiento que otorgan Israel y Yad Vashem a aquellos no judíos que salvaron a judíos durante el Holocausto. Sus nombres están grabados en el Muro de Honor en el Jardín de los Justos entre las Naciones en Yad Vashem.