Detenidas tres personas por explotar a 60 temporeros de la vendimia en La Rioja
El chalet okupado en Villamediana de Iregua, donde vivían los empleados, presentaba condiciones insalubres extremas
La Guardia Civil ha lanzado un importante operativo en La Rioja, denominado ‘Espasmo’, que ha culminado con la detención de tres individuos acusados de explotar laboralmente a 60 temporeros durante la vendimia. Los arrestados, originarios de Ecuador y Guinea y con edades comprendidas entre los 44 y 52 años, enfrentan cargos por violación de los derechos de los trabajadores, lesiones y omisión del deber de socorro. El chalet ocupado ilegalmente en Villamediana de Iregua, donde se alojaban los trabajadores, presentaba condiciones insalubres extremas.
La delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, junto al portavoz de la Guardia Civil, Miguel Ángel Sáez, ha ofrecido una rueda de prensa para explicar los detalles de la operación. Arraiz ha destacado el esfuerzo de los 58 agentes involucrados en el operativo, cuyo objetivo fue «liberar» a estas personas, en su mayoría procedentes del norte de África, que habían llegado con la esperanza de encontrar un trabajo digno en la vendimia.
Según ha relatado Sáez, los detenidos se encargaban de transportar a los temporeros en una furgoneta, obligándoles a trabajar nueve horas diarias, pero solo les pagaban por ocho horas a razón de ocho euros la hora, además de cobrarles por el transporte y el alojamiento en condiciones deplorables. Los trabajadores vivían hacinados en el chalet okupado, durmiendo en colchones en el suelo y con escasa ventilación, en «condiciones verdaderamente deplorables».
El operativo se puso en marcha tras varias actuaciones previas de la Guardia Civil durante la temporada de vendimia, que revelaron la grave situación de explotación. En una de estas actuaciones, se descubrió que un temporero había sido forzado a vivir en el chalet en «condiciones prácticamente inhumanas». Además, se tuvo conocimiento de otro caso en el que un temporero fue atropellado y golpeado por negarse a trabajar por seis euros la hora.
Los agentes comenzaron a vigilar las furgonetas que partían del chalet, llevando a los inmigrantes a diferentes viñedos en La Rioja, Álava y Navarra. La colaboración de los agentes fue crucial, contando con el apoyo del equipo Pegaso de la Guardia Civil, que utilizó drones de visión nocturna para el seguimiento.
Cuando los agentes llegaron al chalet, los trabajadores les recibieron positivamente, ofreciéndoles incluso café. Tras ser informados de sus derechos en España, diecisiete trabajadores decidieron formular una denuncia. Actualmente, estas personas se han trasladado a otras comunidades para continuar trabajando.
Los detenidos incluyen a dos intermediarios y a la persona que había ocupado ilegalmente el chalet, propiedad de una entidad bancaria. En cuanto a los viticultores, según Sáez, «ninguno de ellos estaba al tanto de la situación», ya que contrataban a una empresa y se desentendían del proceso.