Muere el presidente de la Cámara de Comercio de España en Reino Unido, Eduardo Barrachina
El abogado llevaba en el cargo desde 2018 y padecía un cáncer desde el verano de 2023

Eduardo Barrachina. | Redes sociales
La embajada española en Reino Unido ha comunicado en la mañana de este lunes el fallecimiento de Eduardo Barrachina, el presidente de la Cámara de Comercio de España en Reino Unido. «Eduardo, te queremos», comenzaba el escrito publicado por a institución. Su muerte a los 46 años ha supuesto un duro golpe para sus compañeros, quien se refieren a él como «un gran hombre y amigo». También han querido destacar su gran dedicación y amor por ambos territorios.
El abogado, que llevaba en el mencionado puesto desde 2018, padecía un cáncer desde el verano de 2023 y ha fallecido este domingo junto a su familia. Aparte de su importante papel en la Cámara de Comercio, en la que trabajó hasta prácticamente el último día de su vida, su carrera jurídica le llevó a relevantes bancos como Crédit Agricole o Bank of America. Según indican fuentes del organismo, su trabajo «elevó varios escalones» a la Cámara, ya que ejerció un rol esencial para mejorar las relaciones y la notoriedad de España en el Reino Unido.
Una amplia carrera profesional
Licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona, el abogado se trasladó en 2001 a Inglaterra para realizar un máster y terminó estableciéndose ahí ante las grandes ofertas de trabajo que recibía. Tras más de 20 años ejerciendo de abogado, en importantes firmas, en 2022 se convirtió en el director asociado de productos derivados y estructurados de Linklaters a la par que presidía la Cámara de Comercio de España en Reino Unido, que fue creada en 1886.
Su fallecimiento ha generado una oleada de reacciones de políticos y profesionales de su campo, Elma Saiz entre ellos. La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha asegurado estas «consternada» por el fallecimiento del profesional. En una publicación en X, la política asegura que «tuvo el honor» de compartir una tarde en la Embajada, donde le «conmovió su convicción».