Arden 80.000 hectáreas en Galicia con siete incendios de nivel dos en Castilla y León
Extremadura respira aliviada tras el fuego de Jumilla, el mayor de la historia de la región

Incnedio en Carballedo, Lugo, este viernes. | Eliseo Trigo (EFE)
Los incendios forestales continúan avanzando en varios puntos de España a pesar del descenso en las temperaturas. El fuego de Jumilla, el mayor de la historia de Extremadura, ya ha sido sofocado tras calcinar cerca de 17.000 hectáreas y gran parte de los equipos de la UME se han retirado. Sin embargo, la situación sigue siendo complicada en Galicia, con siete focos activos y casi 79.000 hectáreas en llamas principalmente en Orense, y en Castilla y León, que tiene diez incendios activos, siete de nivel dos, en las provincias de León, Zamora, Palencia y Salamanca.
Ayudados por la caída de las temperaturas y una climatología más benigna que la de los últimos días, los servicios de extinción de incendios, tanto regionales como los llegados desde otras comunidades y de otros países de la UE, están logrando ganar terreno a los fuegos que asolan Castilla y León desde hace semanas, donde ya han sido pasto de las llamas cerca de 149.426 hectáreas, el 41 por ciento de las afectadas en todo el país, según la última cifra aportada por sistema de información Copernicus a los que ha tenido accesola agencia de noticias Europa Press. Con todo, Castilla y León continúa en lucha contra 19 incendios sin control, de ellos siete con un Índice de Gravedad Potencial (IGR) 2, otro de grado 1 y diez más activos, es decir, en nivel 0, con la provincia de León a la cabeza en cuanto a gravedad de los fuegos, con un total de cuatro (Llamas de la Cabrera, Barniedo de la Reina, Gestoso y Colinas del Campo Martín Moro), seguida de Zamora (Porto) y Palencia (Cardaño de Arriba).
Los de nivel 1 también se concentran en la provincia leonesa, concretamente en Canalejas, mientras que otros diez, en grado 0, siguen activos en distintas localidades de la geografía regional, con un total de tres en León, tres en Palencia, tres en Salamanca y uno en Zamora. En la provincia zamorana, el incendio de Porto concita los esfuerzos al presentar una situación preocupante en el Cañón del Tera en la zona cercana al Lago de Sanabria, lo que aún pone en jaque a varias localidades. Así lo ha explicado el delegado provincial de la Junta en Zamora, Fernando Prada que ha detallado que la situación en el frente sur-este es mejor y el Cecopi ha autorizado en la mañana de este viernes el regreso a casa de los habitantes de Murias y Cerdillo, a los que horas después se han sumado los de Vigo, San Martín de Castañeda y San Ciprián, afectadas por el incendio que desde el pasado día 14 de agosto, con un Índice de Gravedad Potencial (IGR 2), se originó en Porto y asola desde entonces la comarca de Sanabria.
En estas tareas de combate contra el fuego de Porto, uno de los medios aéreos ha visto obligado a realizar un aterrizaje forzoso tras sufrir un percance durante el desarrollo de sus tareas en la zona. A pesar de lo aparatoso de los hechos y de los daños que ha sufrido el avión, no ha habido que lamentar daños personales. Además de la autorización de que los vecinos de la cinco localidades puedan retornar a sus hogares, el Cecopi ha dado el visto bueno a la reapertura de la carretera ZA-P-2664, entre Trefacio y Murias. Por su parte, el incendio forestal que se inició en el municipio zamorano de Molezuelas de la Carballeda, bajo investigación, y que finalmente pasó a León ha bajado a Índice de Gravedad Potencial (IGR) 0 después de doce días activo y haber afectado a unas 31.500 hectáreas, según los datos provisionales que maneja el Ejecutivo autonómico. Este incendio, activado desde el domingo, 10 de agosto, a las 14.25 horas, se elevó ese mismo día a IGR 2 y saltó desde la provincia zamorana a la leonesa, con más de 31.000 hectáreas afectadas en ambas provincias, según datos de la Junta.
En la provincia de León, el Cecopi mostraba este viernes su optimismo con motivo de la climatología favorable en las última horas, el incremento de la humedad y el apoyo de efectivos llegados de otras comunidades autónomas. La situación de los incendios en la provincia de León evoluciona de forma “positiva” tras los avances realizados este viernes en la lucha contra el fuego lo que ha permitido que las autoridades hayan levantado los desalojos aunque se mantiene el confinamiento urbano en ciertas localidades. No obstante, preocupa la evolución del fuego de Anllares del Sil que ha registrado una reproducción y no se ha podido estabilizar. Así lo ha trasladado el delegado territorial de la Junta, Eduardo Diego, en declaraciones difundidas a los medios, en las que ha remarcado que el tiempo, los medios y la colaboración entre administraciones, comunidades y fuerzas de distintos países han sido clave para que la situación haya “mejorado ostensiblemente”. Con el trabajo que se realice esta noche y el sábado, ha incidido, se espera que se pueda avanzar de “forma importante” en la lucha contra los incendios forestales en la provincia leonesa, en la que concluye la jornada del viernes con siete fuegos en Índice de Gravedad Potencial (IGR) 2 –Fasgar, Anllares del Sil, Llamas de Cabrera, Barniedo de la Reina, Gestoso y Colinas del Campo de Martín Moro–, mientras que uno permanece en nivel 1, el de Canalejas. A estos, ha explicado, hay que añadir otros once incendios que de alguna forma se han dado por controlados pero que requieren mantener una vigilancia para que no se reactiven o no vuelvan a dar problemas. En este sentido, el representante del Ejecutivo autonómico ha detallado que la situación durante la jornada ha sido “positiva” en la zona de Llamas de Cabrera, donde no hay riesgo de extensión y cuyos trabajos se han centrado en la zona de Espinoso de Compludo donde ha habido reproducciones. Estas labores también se han desarrollado en la zona de Corporales y en algunos puntos calientes de este incendio en la zona de Peñalba de Santiago donde se ha controlado el fuego, lo que ha posibilitado que los vecinos hayan podido regresar a sus casas, aunque van a permanecer en confinamiento urbano.
En lo que respecta al incendio forestal de Fasgar, el delegado territorial de la Junta ha explicado que se ha unido al de Colinas al contar con la misma dirección técnica porque están muy cerca. En el caso de Fasgar, el fuego se ha dirigido hacia el Valle de Tremor donde se realiza un trabajo de anclaje sobre una mina a cielo abierto para que cuando se acerque los medios puedan intentar atacar de forma definitiva. Por su parte, el incendio de Colinas se puede considerar en fase de estabilización entre la carretera de Igüeña a Colinas y entre el arroyo de Igüeña. No obstante, el representante de la Administración autonómica en la provincia ha expresado la “preocupación” que existe en el dispositivo debido al incendio de Anllares del Sil, que de momento no se ha podido estabilizar ya que se ha registrado una reproducción en la zona de Argayo del Síl, donde se ha trabajado toda la tarde para evitar su evolución en dirección a la población, que ya está evacuada desde hace tres días.
La polémica de la jornada se ha producido durante la Diputación Permanente en las Cortes de Castilla y León que ha dado el visto bueno, con la abstención del Grupo del PP, a la comparecencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en un pleno extraordinario, la próxima semana, para explicar la gestión de los incendios que han asolado la Comunidad en las últimas semanas. La controversia se ha producido cuando el portavoz de Vox, David Hierro, y el de UPL, Luis Mariano Santos, han achacado muerte de un hombre de 45 años en Salamanca a la inhalación de humo por su participación en las labores de extinción del incendio forestal de Cipérez, en la provincia de Salamanca, que permanece activo y en nivel 0, aunque llegó a nivel 2 el pasado viernes 15 de agosto. Aunque ambos parlamentarios consideran que se trata de la cuarta víctima en Castilla y León desde la oleada de incendios, el departamento de comunicación del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA) emitía poco después un comunicado en el que desmentía las informaciones aparecidas en “diferentes medios” que relacionaban directamente dicho fallecimiento con el incendio en el municipio salmantino.
Galicia sigue luchando contra la oleada de incendios forestales que arrasan varios puntos de la comunidad, la mayoría de ellos en la provincia de Ourense, que sigue en Situación 2, y mantiene activos siete focos que calcinan 79.110 hectáreas. Quince días atrás, el viernes 8 de agosto, empezaba el incendio registrado en la parroquia de Requeixo, en Chandrexa de Queixa, un fuego que, tras la unión de varios focos (la última confluencia fue con el fuego de Vilariño de Conso), se ha convertido en uno de los mayores de la historia de Galicia desde que hay registros, al calcinar 19.000 hectáreas del Macizo central ourensano. Y que sigue activo a las puertas de un fin de semana que promete un alza de temperaturas. Por delante está ya el originado en Larouco, que saltó el Sil hasta la provincia de Lugo y que ha quemado, según las estimaciones de la Xunta, 30.000 hectáreas en territorio gallego. Y de cerca le sigue el de Oímbra y Xinzo de Limia, con 17.000. Todos ellos encabezan el negro ránking de la historia de una comunidad especialmente afectada por los incendios forestales.
No en vano, este no es el primer año que Galicia sufre una gran ola de incendios: ocurrió en 2017, con más de 62.000 hectáreas quemadas; y en 2022, con más de 51.000 arrasada. Ahora, en lo que va de verano, han ardido más de 92.000, una cifra que se aproxima a las 95.947 hectáreas que, según datos oficiales del Gobierno central, se quemaron en 2006, cuando la comunidad vivió la peor ola de incendios de este siglo. El grueso del impacto lo ha sufrido Ourense, donde solo los incendios que aún permanecen sin apagar han quemado 84.740 hectáreas. Asimismo, en Galicia siguen activos un total de siete focos, dos de ellos en las provincias de Lugo y Pontevedra. De esta forma, en la provincia ourensana están activos: el de Chandrexa de Queixa y Vilariño, que son un único foco, (19.000 hectáreas y evoluciona favorablemente); el de Oímbra y Xinzo de Limia (17.000 hectáreas con evolución favorable); el de A Mezquita (10.000 hectáreas; el de Larouco (30.000 hectáreas en territorio gallego); y el de Carballeda de Valdeorras (3.000 hectáreas).
A estos se deben de sumar el incendio de la localidad pontevedresa de Vilaboa, en la parroquia de Santa Cristina de Cobres, que mantiene activada la situación 2 y calcinó 60 hectáreas; y el del ayuntamiento lucense de Carballedo, en la parroquia de A Cova, que afecta a 50 hectáreas. En cuanto a los fuegos que se encuentran estabilizados son: el de Carballeda de Avia y Beade, en las parroquias de Vilar de Condes y As Regadas (4.000 hectáreas); el de Vilardevós, parroquia de Vilar de Cervos (900 hectáreas); el de Vilardevós, parroquia de Fumaces y a Trepa (100 hectáreas); el de Vilardevós, parroquia de Moialde (600 hectáreas); el de Riós, parroquia de Trasestrada (20 hectáreas); el de Montederramo, parroquia de Paredes (120 hectáreas); y el de Oia, parroquia de Mougás (60 hectáreas). Por su parte, están controlados los fuegos de Maceda, parroquias de Santiso y Castro de Escuadro (3.500 hectáreas); y el incendio de Agolada, parroquia de O Sexo (400 hectáreas). Está extinguido el fuego de Muíños, parroquia de Requiás, que afectó a 0,4 hectáreas del Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés.Copiar al portapapeles.
El incendio de Jarilla, el mayor de la historia reciente de Extremadura, que ha afectado a unas 17.300 hectáreas, ha quedado estabilizado tras once días activo, y por ello ha desescalado del nivel dos al uno, de forma que el operativo pasa a estar controlado con los medios y recursos de la comunidad autónoma. Según ifnorma la agencia EFE, los vecinos de las viviendas de la zona periurbana de Hervás ya regresan a sus casas, así como los de casas aisladas de Jerte, Tornavacas, Cabezuela y Navaconcejo. No obstante, se mantienen los trabajos en la zona porque hay algunos puntos calientes en el noroeste del incendio.