Twitter ha cerrado más de 360.000 cuentas de extremistas en sólo un año
Los datos proporcionados por la propia compañía y recogidas por la agencia Associated Press señalan que las suspensiones suelen aumentar abruptamente cada vez que ocurre un ataque terrorista. Hace poco, el padre de una de las víctimas de los ataques de París denunciaba a Facebook, Twitter y Google como cómplices de los ataques, pero desde Twitter advierten que a pesar del ingente número de suspensiones, no existe una fórmula mágica para identificar cuentas extremistas. La semana pasada, un juez federal rechazó una demanda que acusaba a Twitter de apoyar al Estado Islámico por permitir que usuarios pertenecientes a grupos yihadistas distribuyeran sus contenidos en la plataforma. El juez coincidió con la empresa en que ella no podía ser considerada responsable, pues las leyes protegen a las compañías que solamente ofrecen plataformas de comunicación y no los contenidos. Al mismo tiempo, Twitter enfatizó que estaba intensificando esfuerzos para eliminar la incitación a la violencia.
Desde mediados del 2015, Twitter ha suspendido más de 360.000 cuentas que albergaban contenidos violentos o publicaban mensajes de enaltecimiento del terrorismo. La empresa asegura que ha mejorado sus mecanismos para evitar que los dueños de cuentas eliminadas puedan volver a conectarse usando otra identidad, algo que había causado problemas en el pasado. El promedio de suspensiones diarias ha aumentado un 80% con respecto al año pasado.
Los datos proporcionados por la propia compañía y recogidas por la agencia Associated Press señalan que las suspensiones suelen aumentar abruptamente cada vez que ocurre un ataque terrorista. Hace poco, el padre de una de las víctimas de los ataques de París denunciaba a Facebook, Twitter y Google como cómplices de los ataques, pero desde Twitter advierten que a pesar del ingente número de suspensiones, no existe una fórmula mágica para identificar cuentas extremistas. La semana pasada, un juez federal rechazó una demanda que acusaba a Twitter de apoyar al Estado Islámico por permitir que usuarios pertenecientes a grupos yihadistas distribuyeran sus contenidos en la plataforma. El juez coincidió con la empresa en que ella no podía ser considerada responsable, pues las leyes protegen a las compañías que solamente ofrecen plataformas de comunicación y no los contenidos. Al mismo tiempo, Twitter enfatizó que estaba intensificando esfuerzos para eliminar la incitación a la violencia.