El 'macrofestival de música' con el que las FARC se preparan para la paz

La X Conferencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha sido una cita política pero también musical, en la que excombatientes, delegados y más de 900 periodistas acreditados se dieron cita en la sabana del Yarí, al suroriente de Colombia. Aunque el objetivo era discutir y ratificar los acuerdos de La Habana mediante los cuales Colombia podría poner fin a más de medio siglo de conflicto armado, el evento se ha calificado como «el Woodstock fariano» o «el Glastonbury revolucionario».

 

 

Los periodistas asistentes aseguran que el último congreso de las FARC como guerrilla se pareció más a un macrofestival de música que a un evento para dar por terminada una confrontación que ha dejado cerca de ocho millones de víctimas. Además de prepararse para dar el paso como movimiento político pacífico, debatir sobre la futura seguridad de los guerrilleros y abordar las principales inquietudes de este nuevo capítulo iniciado con los pactos con el gobierno, lo cierto es que las FARC incluyeron en el evento ingredientes que bien podrían encontrarse en cualquier gran festival. Un área de camping con literas, baños y duchas, puestos de comida y souvenirs revolucionarios, conciertos y un clima festivo envolviendo el ambiente.