El partido independentista que lideró el Brexit "está podrido"
Steven Woolfe, que ha anunciado su abandono del partido y rechaza toda intención de liderarlo, asegura en una entrevista concedida a la BBC que se va porque «algo estaba podrido». Woolfe fue ingresado hace unas semanas en un hospital después de que su compañero Mike Hookem le propinara un golpe en la cara tras una acalorada discusión del grupo parlamentario. “Creo que a menos que alguien se enfrente rápidamente a los problemas que tenemos veremos la pérdida de algo que creo que no se debe perder”, concluye. Tras la victoria del Brexit, UKIP no deja de enlazar polémicas. Después de la dimisión de su carismático líder y cabeza visible de la salida del Reino Unido de la UE, Nigel Farage, el partido no ha logrado encontrar un sucesor que unifique la fortaleza que adquirió tras el Brexit. Woolfe trató de convertirse en sucesor de Farage cuando este renunció al cargo. Sin embargo, Woolfe presentó tarde la documentación necesaria (exactamente, 17 minutos fuera de plazo) y su candidatura fue rechazada. La elegida fue Diane James, que presentó su dimisión 18 días después, alegando “falta de autoridad y escasos apoyo de sus colegas”.
El Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) está sufriendo una crisis interna de liderazgo y de ideas que pone en peligro su supervivencia. Según palabras del eurodiputado Steven Woolfe, cuya imagen tirado en el suelo tras ser agredido por un compañero de filas dio la vuelta al mundo, el partido está muy dividido y da a entender que está en «una espiral de muerte».
Steven Woolfe, que ha anunciado su abandono del partido y rechaza toda intención de liderarlo, asegura en una entrevista concedida a la BBC que se va porque «algo estaba podrido». Woolfe fue ingresado hace unas semanas en un hospital después de que su compañero Mike Hookem le propinara un golpe en la cara tras una acalorada discusión del grupo parlamentario. “Creo que a menos que alguien se enfrente rápidamente a los problemas que tenemos veremos la pérdida de algo que creo que no se debe perder”, concluye. Tras la victoria del Brexit, UKIP no deja de enlazar polémicas. Después de la dimisión de su carismático líder y cabeza visible de la salida del Reino Unido de la UE, Nigel Farage, el partido no ha logrado encontrar un sucesor que unifique la fortaleza que adquirió tras el Brexit. Woolfe trató de convertirse en sucesor de Farage cuando este renunció al cargo. Sin embargo, Woolfe presentó tarde la documentación necesaria (exactamente, 17 minutos fuera de plazo) y su candidatura fue rechazada. La elegida fue Diane James, que presentó su dimisión 18 días después, alegando “falta de autoridad y escasos apoyo de sus colegas”.