Una filtración revela que la NASA ha creado el motor sin combustible
La información filtrada sobre el EmDrive revela la posibilidad de utilizar un motor espacial que no requiere combustible, ya que transforma electricidad en impulso mediante el movimiento de microondas. Su funcionamiento desafía la tercera ley de Newton, que establece que siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, el segundo objeto ejerce una fuerza de igual magnitud y dirección opuesta sobre el primero. Así que, según Newton y nuestra comprensión actual del mundo que nos rodea, para que un sistema produzca propulsión, tiene que empujar algo hacia el otro lado, lo que en los cohetes espaciales se consigue quemando combustible. Pero el EmDrive funciona sin ningún tipo de combustible. Su mecanismo se basa en rebotar fotones de microondas dentro de una cavidad de metal cerrada en forma de cono. Ese movimiento hace que el «final puntiagudo» de la unidad EM genere fuerza y propulse la unidad en la dirección opuesta. Este hallazgo ha despertado la controversia ya que según las leyes de la física, no debería funcionar, pero el borrador preliminar que ha sido filtrado demuestra que el motor consiguió alcanzar una fuerza de 1,2 milinewtons por kilovatio en el vacío después de errores de medición.
Una filtración ha dado a conocer los resultados de las pruebas que la NASA ha efectuado con éxito sobre el EmDrive, un motor sin combustible que desafía la tercera ley de Newton. El estudio revela que el polémico sistema de propulsión realmente funciona, y es capaz de generar una impresionante fuerza propulsora en el vacío que podría transportarnos a Marte en sólo 70 días.
La información filtrada sobre el EmDrive revela la posibilidad de utilizar un motor espacial que no requiere combustible, ya que transforma electricidad en impulso mediante el movimiento de microondas. Su funcionamiento desafía la tercera ley de Newton, que establece que siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, el segundo objeto ejerce una fuerza de igual magnitud y dirección opuesta sobre el primero. Así que, según Newton y nuestra comprensión actual del mundo que nos rodea, para que un sistema produzca propulsión, tiene que empujar algo hacia el otro lado, lo que en los cohetes espaciales se consigue quemando combustible. Pero el EmDrive funciona sin ningún tipo de combustible. Su mecanismo se basa en rebotar fotones de microondas dentro de una cavidad de metal cerrada en forma de cono. Ese movimiento hace que el «final puntiagudo» de la unidad EM genere fuerza y propulse la unidad en la dirección opuesta. Este hallazgo ha despertado la controversia ya que según las leyes de la física, no debería funcionar, pero el borrador preliminar que ha sido filtrado demuestra que el motor consiguió alcanzar una fuerza de 1,2 milinewtons por kilovatio en el vacío después de errores de medición.