Reino Unido estaría dispuesto a pagar para no perder las ventajas del mercado único europeo tras el Brexit
El ministro responsable de la salida de la Unión Europea, David Davis, aseguró que el Gobierno consideraría pagar para mantener acceso al mercado único europeo tras el Brexit si existe tal posibilidad. Davis respondió que el principal criterio negociador es «lograr el mayor acceso posible para bienes y servicios al mercado europeo». Una portavoz de la primera ministra Theresa May negó que se haya producido un cambio de estrategia y sostuvo que «todos estos temas serán objeto de negociación». Sin embargo, las intenciones del gobierno de May en determinadas materias entran en confrontación con la legislación comunitaria. Por ejemplo, desde el ejecutivo británico no han dejado de insistir en que quiere controlar la inmigración de ciudadanos europeos, y los dirigentes comunitarios responden que las cuatro libertades de movimiento -ciudadanos, servicios, capital y bienes- van de la mano. Las negociaciones para iniciar la desconexión empezarán en cuanto Londres notifique oficialmente su voluntad de abandonar la UE, algo que, según May, ocurrirá en marzo de 2017 como muy tarde.
Después de que el pasado mes de junio Reino Unido decidiese salir de la Unión Europea, Londres aún no sabe como va a llevar a cabo la emancipación. Desde Bruselas advirtieron durante la campaña que abandonar la familia comunitaria tendría como consecuencia dejar de formar parte del mercado único europeo. Sin embargo, el Gobierno encargado de gestionar la desconexión asegura que si es necesario pagaría para poder acceder al mercado único.
El ministro responsable de la salida de la Unión Europea, David Davis, aseguró que el Gobierno consideraría pagar para mantener acceso al mercado único europeo tras el Brexit si existe tal posibilidad. Davis respondió que el principal criterio negociador es «lograr el mayor acceso posible para bienes y servicios al mercado europeo». Una portavoz de la primera ministra Theresa May negó que se haya producido un cambio de estrategia y sostuvo que «todos estos temas serán objeto de negociación».
Sin embargo, las intenciones del gobierno de May en determinadas materias entran en confrontación con la legislación comunitaria. Por ejemplo, desde el ejecutivo británico no han dejado de insistir en que quiere controlar la inmigración de ciudadanos europeos, y los dirigentes comunitarios responden que las cuatro libertades de movimiento -ciudadanos, servicios, capital y bienes- van de la mano. Las negociaciones para iniciar la desconexión empezarán en cuanto Londres notifique oficialmente su voluntad de abandonar la UE, algo que, según May, ocurrirá en marzo de 2017 como muy tarde.