Los 'vijaneros' reviven un ancestral festival cántabro
Los actos de los que se compone la fiesta representan el deseo de decir adiós al año que pasó, preparándose para el nuevo año entrante con ilusión y buenos augurios. Los principales personajes de «La Vijanera» son los zarramacos, personas vestidas con pieles de oveja, sombreros picudos y caras pintadas de negro que van ahuyentando los malos espíritus del año que comienza haciendo sonar instrumentos atados al cuerpo. Algunos de los simbólicos personajes que también aparecen en esta curiosa celebración son la madama, el mancebo, el marquesito, los trapajones o naturales, los traperos, el oso y su amo, el pasiego y la pasiega, el caballero, la Pepa o Pepona, el médico, la preñá, el húngaro y las gorilonas, el viejo y la Vieja, los danzarines blancos y negros, el caballero, la giralda, las jilonas, la zorra, el zorrocloco, el ojáncanu, los guardias, los guapos, el afilador, la pitonisa, la bruja, el diablo… todos ellos vestidos de manera vistosa y con una función y un simbolismo propios.
Como cada domingo a comienzos del año, cientos de personas se reunieron ayer en la localidad de Silió, Cantabria, para celebrar «La Vijanera«, un tradicional festividad que lucha por convertirse en patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. El que es considerado el primer festival europeo del año reúne una colorista mascarada donde los vecinos encarnan a 75 personajes diferentes.
Los actos de los que se compone la fiesta representan el deseo de decir adiós al año que pasó, preparándose para el nuevo año entrante con ilusión y buenos augurios. Los principales personajes de «La Vijanera» son los zarramacos, personas vestidas con pieles de oveja, sombreros picudos y caras pintadas de negro que van ahuyentando los malos espíritus del año que comienza haciendo sonar instrumentos atados al cuerpo. Algunos de los simbólicos personajes que también aparecen en esta curiosa celebración son la madama, el mancebo, el marquesito, los trapajones o naturales, los traperos, el oso y su amo, el pasiego y la pasiega, el caballero, la Pepa o Pepona, el médico, la preñá, el húngaro y las gorilonas, el viejo y la Vieja, los danzarines blancos y negros, el caballero, la giralda, las jilonas, la zorra, el zorrocloco, el ojáncanu, los guardias, los guapos, el afilador, la pitonisa, la bruja, el diablo… todos ellos vestidos de manera vistosa y con una función y un simbolismo propios.