Los robots ya pueden regenerar sus heridas
Un grupo de ingenieros de la Universidad de Vrije, en Bélgica, han desarrollado un robot cuyo cuerpo puede regenerarse casi al instante y de manera automática después de haber sufrido un corte, o un ataque con un objeto punzante. El proyecto ha sido publicado en la última edición de Science Robotics. Los ingenieros han desarrollado un nuevo tipo de material plástico para el cuerpo de estos robots, elaborado a base de elásticos reciclables, sensibles a la temperatura y capaces de autocurarse.
Un grupo de ingenieros de la Universidad de Vrije, en Bélgica, han desarrollado un robot cuyo cuerpo puede regenerarse casi al instante y de manera automática después de haber sufrido un corte, o un ataque con un objeto punzante. El proyecto ha sido publicado en la última edición de Science Robotics. Los ingenieros han desarrollado un nuevo tipo de material plástico para el cuerpo de estos robots, elaborado a base de elásticos reciclables, sensibles a la temperatura y capaces de autocurarse.
Los polímeros de caucho reticulados que recubren el cuerpo del robot, formados a partir de grandes moléculas sensibles al calor, permiten que cuando la parte dañada del androide se expone a una temperatura de 80 grados centígrados, la red del material se rompe y vuelve a su composición original, acabando así con el corte producido.
Los ingenieros han desarrollado una pinza, una mano robot y un músculo artificial simple para probar la nueva tecnología, y, por el momento, es necesario aplicar calor por más de 40 minutos para que el robot se regenere, pero los ingenieros ya trabajan en automatizar las propiedades de auto-curación, ya sea alterando el material o haciendo robots que puedan aplicar calor ellos mismos.
Check out these long-lasting, #ecofriendly soft #robots, built for dynamic environments https://t.co/wrGOvHXQuv pic.twitter.com/nBZO57VXNx
— Science Robotics (@SciRobotics) August 19, 2017
«Los polímeros son sustancias formadas por muchos hilos. Cuando se les expone a calor, se reorganizan y pegan sin dejar puntos débiles», ha explicado Bram Vanderborght, quien ha dirigido la investigación.