La ONU alerta de riesgos por acciones armadas en la península de Corea
Guterres ha expresado esta posición dos días después de que Corea del Norte realizara la sexta prueba nuclear desde 2006, que los expertos consideran es la más potente hasta ahora.
La ONU ha alertado el martes sobre los riesgos que se corren si estallan acciones armadas en la península coreana, a raíz de lo que considera la «crisis más peligrosa» que afronta actualmente la comunidad internacional, informa EFE.
«La solución debe ser política. Las potenciales consecuencias de una acción militar son demasiado espantosas», ha advertido el secretario general de la ONU, António Guterres, en declaraciones a los periodistas en la sede de Naciones Unidas.
«Una retórica de confrontación puede derivar en consecuencias inesperadas», ha insistido el dirigente de Naciones Unidas.
Guterres ha expresado esta posición dos días después de que Corea del Norte realizara la sexta prueba nuclear desde 2006, que los expertos consideran es la más potente hasta ahora.
El Pentágono ha respondido que el régimen de Pyongyang se expone a una «gran respuesta militar», «eficaz» y «aplastante», ante cualquier amenaza contra Estados Unidos, sus territorios en el Pacífico o sus aliados.
En sus declaraciones a los periodistas, Guterres ha reiterado varias veces la necesidad de reducir las tensiones a raíz de estas pruebas, que condenó en duros términos, a la vez que expresó la necesidad de reducir la dialéctica belicista y promover soluciones políticas.
«Las guerras no suelen comenzar con decisiones tomadas por las diferentes partes para ir a la guerra», afirmó Guterres, quien recordó cómo estalló la I Guerra Mundial y señaló que suelen tratarse de conflagraciones que estallan «paso a paso».
El titular de la ONU ha insistido en que se debe dar oportunidad a las negociaciones diplomáticas, y pidió unidad en el Consejo de Seguridad para enfrentar conjuntamente esta crisis.
«Lo que es crucial hoy es garantizar la unidad del Consejo de Seguridad. Sólo con una total unidad es posible una presión fuerte» sobre Corea del Norte «capaz de crear las condiciones para que una acción diplomática sea posible», insistió.
Guterres ha hablado ante los periodistas un día después de que el Consejo de Seguridad se reuniera por décima ocasión este año para analizar el desafío nuclear del régimen de Pyongyang, aunque en esa cita no se aprobó ningún pronunciamiento conjunto.
Estados Unidos anunció en esa reunión del lunes su intención de llevar al Consejo de Seguridad un proyecto de resolución por estas pruebas nucleares, con la idea de que pueda votarse el próximo lunes.
Pero el embajador ruso, Vassily Nebenzia,ha aclarado el martes que ese plazo es «un poco prematuro». «No creo que vaya a ser tan rápido», afirmó el diplomático ruso en declaraciones a los periodistas a la salida de una reunión del Consejo de Seguridad.
Rusia es uno de los cinco países con puesto permanente en ese órgano de Naciones Unidas que tiene derecho de veto.
Nebenzia recordó que, según Moscú, «las sanciones (económicas) no funcionan, desafortunadamente», por lo que se inclinó en impulsar medidas políticas en el seno de la ONU para ejercer mayor presión al régimen de Pyongyang.
Estados Unidos no ha anticipado qué incluye el borrador de resolución que está impulsando.
El pasado 5 de agosto el Consejo de Seguridad aprobó nuevas sanciones económicas contra el régimen de Pyongyang, que entre otras cosas prohibió a Corea del Norte exportar, directa o indirectamente, carbón, hierro, plomo, pescados ni mariscos.
En los pasillos de Naciones Unidas se ha mencionado la posibilidad de que ahora se apruebe una prohibición en la venta de petróleo a Corea del Norte, pero, según el embajador ruso, eso afectaría a la población de ese país.
«Ese tipo de medidas económicas que se pueden adoptar afectan a la gente, no al programa nuclear o balístico norcoreano», insistió el representante ruso, que ha insistido en la necesidad de incrementar la presión política.
En cambio, el embajador francés ante la ONU, François Delattre, ha declarado hoy que hay que moverse más allá de «los espacios políticos», y hacerlo «rápido».
«No podemos perder tiempo. No es tiempo para hablar, sino para actuar», afirmó el embajador galo.