Europa avanza en el llamado derecho a reparar contra la caducidad de los aparatos electrónicos

Es frustrante que compremos un aparato y justo después de que se agote la garantía, finalmente muera. Como consecuencia, nos vemos obligados a comprar uno nuevo para reemplazarlo, alimentando así al cambio climático liberando gases de efecto invernadero en el proceso de fabricación. Sin embargo, la solución está a la vuelta de la esquina, porque los ciudadanos de Europa y parte de Estados Unidos están luchando porque se apruebe el conocido derecho a la reparación, y todo apunta a que vamos por buen camino.

Los ministros de Medio ambiente europeos han redactado una serie de propuestas para obligar a los fabricantes a producir productos electrónicos que duren más y sean más fáciles de reparar. Y, como era de esperar, la controversia no ha tardado en llegar. Los fabricantes dicen que las reglas propuestas son demasiado estrictas y ahogarán la innovación. Además, algunos  temen que al reparar el producto dañen la máquina y el aparato en si se vuelva más peligroso. Sin embargo, por su parte, los activistas y defensores de los consumidores se quejan de que la Comisión de la UE ha permitido a las empresas mantener el control del proceso de reparación insistiendo en que algunos productos están a cargo de profesionales bajo el control de los fabricantes.

En este sentido, los grupos verdes dicen que la legislación en curso en Europa y Estados Unidos representa un progreso hacia el ahorro de emisiones de carbono y hacia un uso más inteligente de los recursos. “Las nuevas reglas son una mejora definitiva. Creemos que podrían haber sido mejores, pero es una buena noticia que, por fin, los políticos se estén dando cuenta de un problema que el público ha detectado hace mucho tiempo. Las nuevas reglas beneficiarán al medio ambiente y ahorrarán recursos», señalaba Libby Peake, miembro de Green Alliance, una organización benéfica y un grupo de expertos independiente centrado en el liderazgo ambicioso para el medio ambiente en el Reino Unido.

Algunos datos

• Un estudio mostró que entre 2004 y 2012, la proporción de los principales electrodomésticos que murieron dentro de los cinco años aumentó del 3,5% al ​​8,3%.
• Un análisis de las lavadoras desechadas en un centro de reciclaje mostró que más del 10% tenían menos de cinco años.
• Otro estudio estima que, debido al CO2 emitido en el proceso de fabricación, una lavadora de larga duración generará 1.1 toneladas menos de CO2 que un modelo de corta duración.
• Muchas de las lámparas que se venden en Europa vienen con bombillas individuales que no se pueden reemplazar. Entonces, cuando una bombilla se funde, toda la lámpara debe ser desechada.