Una segunda mujer gesta a un bebé modificado genéticamente en China
Una segunda mujer está embarazada de un bebé modificado genéticamente después de que un científico chino afirmase haber creado los primeros bebés utilizando técnicas de edición del genoma.
Una segunda mujer está embarazada de un bebé modificado genéticamente después de que un científico chino afirmase haber creado los primeros bebés utilizando técnicas de edición del genoma, han confirmado este lunes las autoridades chinas citadas por la agencia Xinhua, según AFP.
Tanto la comunidad científica china como el mundo en general condenaron estas actividades desde que He Jiankui anunció el nacimiento de gemelas con el ADN modificado para que fuesen inmunes al VIH. He Jiankui dijo haber empleado la técnica CRISPR/Cas9, conocida como las «tijeras del genoma», que permite cortar y reemplazar partes indeseables del genoma, en embriones antes de ser implantados en el útero de la madre mediante fecundación in vitro. Posteriormente, el científico advirtió de que había «otro probable embarazo«, una información que el Gobierno provincial de Guangdong confirmó.
Según los resultados de la investigación, He Jiankui produjo falsos documentos de evaluación ética, montó de manera privada un equipo de investigación que incluía científicos extranjeros y utilizó «tecnología cuya seguridad y eficacia es dudosa«. Los investigadores han afirmado a la agencia Xinhua que el científico busca la gloria y que utilizó sus propios fondos para llevar a cabo el proyecto al que ocho parejas se presentaron voluntarias.
El Gobierno chino exigió la suspensión de sus actividades científicas días después de que se anunciara públicamente su estudio, ya que este tipo de modificación genética aplicada a seres humanos está prohibida en la mayoría de los países, entre los que está incluido China. He Jiankui será «tratado de acuerdo a la ley» y su expediente «va a transferirse a los órganos a cargo de la seguridad pública», ha indicado este lunes Xinhua. En la cumbre del genoma que se celebró en noviembre en Hong Kong, el científico dijo que estaba «orgulloso» de haber modificado a los bebés genéticamente, dados los estigmas que afectan a los pacientes de Sida en el país.
Esta técnica es extremadamente controvertida, principalmente, porque las modificaciones pueden transmitirse a las generaciones futuras y afectar el conjunto del patrimonio genético. Después de la polémica, la comunidad científica ha pedido un tratado internacional sobre la edición genética.