Agentes de la Policía relatan la complicidad de los Mossos con los votantes para llevarse urnas
Los policías aseguran que los Mossos permitieron a los votantes sacar urnas de los colegios y sortearlas entre los ciudadanos para llevarlas a casas particulares
En una nueva jornada del juicio del procés, varios agentes de la Policía Nacional han relatado los gestos de connivencia y complicidad de los Mossos d’Esquadra con votantes del 1-O, que les correspondían con «besos y abrazos» por permitirles sacar urnas de los colegios ante su «mirada indolente» e, incluso, sortearlas entre los ciudadanos para llevarlas a casas particulares.
El tribunal del procés ha escuchado en el Supremo los testimonios de 15 agentes, a petición de la Fiscalía y la Abogacía, que actuaron en los colegios para requisar el material electoral o realizaron labores de información alrededor de centros de Barcelona, en los que dieron parte de la actitud de algunos policías autonómicos que sugería una colaboración pasiva y activa con los votantes.
Los testigos han declarado este jueves cómo los ciudadanos entregaron las urnas a los Mossos «de forma amistosa», «en un ambiente de cordialidad» y acompañados de «besos y abrazos», pero siempre al final de la votación y sugiriendo que no se trataban de hechos aislados. Un escenario que a juicio de un inspector «no tiene mucho sentido», pues el mandato judicial hablaba de requisar el material para impedir la votación, pero no después de realizarla y haber estado «congraciándose con las personas que estaban allí».
Esta forma de actuar apoya las tesis de la Fiscalía de que los Mossos solo cerraron los colegios o se apropiaron de las urnas al final del día, cuando ya se había realizado el recuento de votos, informa Efe.
Tanto es así que otro inspector ha explicado que el 1-O escuchó a un mosso explicar a un periodista en la puerta de un colegio que «las urnas no importaban» sino que «lo importante era el recuento» de votos de la jornada, al término de la cual el agente recibió abrazos de los votantes y él «respondió de manera efusiva». Más anecdótico es lo que ocurrió en el colegio Manuel Carrasco y Formiguera, donde un agente ha señalado que vieron a un mosso irse «con una urna en la mano y en la otra a su pareja».
Cuando los policías autonómicos no se llevaban las urnas, lo hacían los ciudadanos «ante la indolente mirada de Mossos» o «por lo menos con su consentimiento», como así ha señalado un agente cuando vio en el colegio Octavio Paz a dos mujeres que introdujeron las urnas en un coche particular en presencia de los mossos.
Este jueves también han vuelto a salir a escena varios coches no logotipados a nombre del departamento de Presidencia de la Generalitat, uno supuestamente utilizado para seguir a las fuerzas de seguridad, mientras que el otro, por su parte, fue objeto de seguimientos de la Policía.