El gigante tecnológico Amazon ha recibido este lunes permiso por parte del Gobierno estadounidense para entregar paquetes mediante drones o aeronaves no tripuladas.
En contexto: la Administración Federal de Aviación (FAA) ha aprobado el plan de la empresa que dirige Jeff Bezos para «entregar de forma segura y eficiente paquetes a sus clientes». Inicialmente, el reparto con drones se realizará solo en áreas con poca densidad de población. Todos los paquetes entregados pesarán como máximo 2,27 kilos, lo que reduce significativamente el riesgo que pueden suponer para los transeúntes en caso de caída.
Amazon empezó trabajar en esta estrategia en 2013 y realizó su primera entrega de prueba en 2016 en el Reino Unido. Sin embargo, se trata de un método que presenta enormes complicaciones tanto técnicas como legales, por lo que no se espera que su despliegue sea inmediato. Tampoco se espera que los drones ocupen los cielos de las grandes urbes estadounidenses, sino que estos operarán en entornos residenciales o áreas rurales.
«Este certificado es un paso importante para Amazon Prime Air -el nombre del proyecto- e indica que la FAA tiene confianza en nuestros procedimientos operativos y de seguridad para un servicio de entrega autónoma de drones que algún día llevará paquetes a nuestros clientes en todo el mundo», ha indicado en un comunicado el vicepresidente de Amazon para Primer Air, David Carbon.
El objetivo de la empresa es que una vez entren en funcionamiento, los drones realicen viajes de hasta media hora para entregar los paquetes.
La compañía, que recientemente se ha visto envuelta en polémica tras prohibir a la Policía usar su tecnología de reconocimiento facial, da un paso importante en los servicios de reparto remotos. No es la única que ha advertido el potencial de este medio: Facebook es otra de las empresas que ha apostado por los drones, en este caso para expandir el uso de Internet. La tendencia del mercado es ascendente. Según una previsión de Teal Group, un grupo de investigación estadounidense, la producción de drones de uso civil aumentará más de 60 millones de euros durante la próxima década.