Así trabaja Instagram para que no recibas las fotos inapropiadas por mensajes directos
Meta confirmó el rumor de que estaban trabajando en una herramienta para bloquear desnudos no solicitados
Instagram está desarrollando una función que permitirá a los usuarios bloquear fotos de desnudos no solicitados en sus mensajes directos. Esta es una gran noticia y un positivo avance para los usuarios de esta y de otras redes sociales debido a que se podrían mermar los contenidos inapropiados o no consentidos y aumentaría la seguridad de los menores de edad que navegan en las redes sociales.
Denominada por ahora «protección de la desnudez», los primeros reportes indican que se trata de una configuración de privacidad opcional. Funcionaría de manera parecida a «palabras ocultas» (hidden words), lanzada el año pasado, que filtra los mensajes que contienen lenguaje abusivo y emojis.
The Verge fue el primer medio en reportar sobre esta función. Según el medio, se utilizará el aprendizaje automático para evitar que se envíen mensajes con desnudos. Al mismo tiempo, promete que Meta, casa matriz de Instagram, no almacenará ninguna de las imágenes.
«Estamos trabajando en estrecha colaboración con expertos para garantizar que estas nuevas funciones preserven la privacidad de las personas, al tiempo que les dan control sobre los mensajes que reciben», dijo Liz Fernández, portavoz de Meta a The Verge.
De acuerdo con el ingeniero Alessandro Paluzzi, así se vería la opción:
CNET reportó que la idea es proporcionar protecciones de seguridad en el dispositivo con cifrado de extremo a extremo. La idea es detener el daño antes de que ocurra y brindar a los usuarios más control sobre su experiencia en la aplicación.
Estas herramientas, sin embargo, aún se encuentran en las primeras etapas de desarrollo y aún no se están probando, dijo Meta. Pero asegura que se compartirán más detalles en las próximas semanas a medida que se acerquen las primeras pruebas.
Una queja regular
Según Bloomberg, las quejas sobre uso inapropiado de lenguaje o de imágenes inapropiadas son recurrentes. Solo en Estados Unidos, alrededor del 41% de los ciudadanos reportaron acoso en línea y el 79% cree que las compañías de redes sociales están haciendo un trabajo regular o deficiente al abordar tales problemas.
Los números se basan en un informe del Pew Research Center, de 2021, en el que encuestaron a más de 10.000 adultos en septiembre de 2020. Según el informe, un tercio de las mujeres menores de 35 años aseguraron haber experimentado acoso sexual en línea, en comparación con el 11% de los hombres en el mismo rango de edad.
El desarrollo de Meta de las nuevas herramientas de Instagram se filtraron a los medios después de que la empresa de tecnología fuera multada con 400 millones de dólares por parte de la Comisión de Protección de Datos de Irlanda por no proteger la información de los niños en Instagram, así como múltiples demandas en Estados Unidos, alegando que la empresa de tecnología explota a sabiendas sus usuarios más jóvenes con fines de lucro tanto en Facebook como en Instagram.
Un asunto muy serio
Para comprender la importancia de esta medida o de cualquier otra que tomen las empresas tecnológicas para preservar la salud de los usuarios, debemos tener en cuenta el concepto de cyberflashing o flasheo cibernético. Se trata del envío de imágenes sexuales no solicitadas a través de las redes sociales o apps de mensajería.
Se sabe que la primera vez que se usó el término en una demanda, fue el 13 de agosto de 2015, después de que una mujer que viajaba diariamente al trabajo recibió dos imágenes de un pene por AirDrop. El caso fue denunciado a la Policía de Transporte Británica, quien indicó que, dado que se rechazaron las imágenes, el teléfono receptor registró datos insuficientes y no pudo proporcionar pruebas adecuadas.
El problema que enfrentan las víctimas es que está tipificado como delito en muy pocas partes del mundo. En España aún no lo está y en el Reino Unido se sigue discutiendo su implementación. En Estados Unidos, solo en Texas se convirtió en un delito menor, en 2019. Todo ello a pesar de que podría afectar profundamente a cualquier persona y según algunos expertos, podría hacer tanto daño como un abuso sexual en persona.
«Algunos se presentarán y dirán que [el flasheo cibernético] es inofensivo», dijo al HuffPost la profesora de la Facultad de Derecho de Durham, Clare McGlynn, experta en abuso sexual basado en imágenes. «Todos luchan con el hecho de que no es cara a cara, pero no se pueden clasificar los delitos sexuales de esa manera. El daño de los delitos sexuales es muy significativo y diferentes formas de delito pueden tener el mismo impacto en diferentes personas».
El Dr. Christian Buckland, psicoterapeuta y portavoz de la UKCP, está de acuerdo en que el impacto psicológico de recibir flashes en persona (cuando una persona te muestra sus partes íntimas en un parque, por ejemplo) no es necesariamente diferente al de recibir flashes cibernéticos. «Es como preguntarse si el ciberacoso no es tan malo como ser acosado en la escuela o en el trabajo. Ambos están equivocados y pueden causar una gran cantidad de angustia psicológica y emocional».
Buckland dice que las víctimas de exposición indecente a menudo no denuncian la agresión: «No quieren revivir la historia o les preocupa que les digan que deberían haber hecho una broma de una sola línea al perpetrador sobre el tamaño de su hombría (si era un hombre), lo que minimiza la terrible experiencia».
Sin embargo, la experiencia del exhibicionismo puede traumatizar a la víctima y, para algunos, puede generar dificultades emocionales que incluyen ansiedad, hipervigilancia, depresión y problemas relacionados con la comida, el alcohol, el sexo o las relaciones con las parejas actuales.
El flasheo cibernético puede tener repercusiones similares, agrega Buckland, y debe tomarse en serio.