La IA se une con la tecnología blockchain
Las criptos vinculadas a la IA han despegado tras la revalorización de Nvidia, pero el telón de fondo es algo mucho más profundo
En los últimos años, la Inteligencia Artificial (IA) ha experimentado un auge mediático sin precedentes debido a su capacidad para transformar diversos sectores de la sociedad. Esta disrupción se ha acelerado en los últimos meses gracias al lanzamiento de plataformas de texto como ChatGPT, o herramientas de imagen regenerativa como DALL-E.
Más allá del propio potencial de la tecnología, estas altas expectativas también se han traducido en la valoración de algunas empresas, como recientemente Nvidia, que el pasado jueves 24 de mayo veía cómo sus acciones se dejaban un gap alcista de más de un 25% por el optimismo de los inversores hacia la empresa, que fabrica componentes clave para las futuras aplicaciones de la IA, y con ello se unía al selecto grupo de empresas que superan el billón de dólares de capitalización. Como era de esperar, el optimismo sobre Nvidia ha contagiado a otras empresas tecnológicas, y también a diversas criptomonedas vinculadas a la IA. Pero, en este último caso, ¿cuál es el verdadero potencial de unir la IA a la tecnología blockchain?
Sinergias entre la IA y ‘blockchain’
La tecnología blockchain permite el registro transparente y seguro de transacciones en una red descentralizada. Al combinarla con la IA, se pueden obtener una serie de beneficios significativos. Por ejemplo, la IA puede analizar grandes volúmenes de datos generados por las transacciones de activos criptográficos y extraer patrones y tendencias ocultas. Esto permite a los inversores tomar decisiones más informadas y minimizar riesgos en un mercado volátil y complejo. Pero las aplicaciones van mucho más allá, y por ello hoy hay varias iniciativas buscando desatar este potencial.
Actualmente hay varios proyectos trabajando activamente en exprimir estas sinergias entre la IA y la tecnología blockchain. Por ejemplo, The Graph es un protocolo que indexa y consulta datos de diversas blockchains de manera similar a como Google indexa y consulta datos de sitios web. Acceder a los datos de otras blockchains es un desafío tanto por el reto intrínseco de la interoperabilidad de redes como por el elevado volumen de información, y precisamente The Graph tiene como objetivo allanar el camino al organizar los datos en paquetes pequeños, clasificándolos gracias a la IA.
Otro caso es SingularityNET, una plataforma que permite a cualquiera «crear, compartir y monetizar» fácilmente servicios de IA, gracias a su mercado propio. A través de este mercado, los usuarios pueden navegar, probar y comprar una gran variedad de servicios de IA usando el token de utilidad nativo de la plataforma: AGIX. Además, el mercado representa un punto de venta que los desarrolladores de IA pueden usar para publicar y vender sus herramientas, y rastrear fácilmente su rendimiento. Es decir, es un marketplace temático con soluciones entorno a la IA, que, de hecho, también utiliza activamente la IA y que ha desarrollado su propia inteligencia, Sophia, que cuenta con un estado conocido como «inteligencia general avanzada» o, lo que es lo mismo, un nivel equiparable al de un humano.
Otros proyectos relevantes son Fetch.ai, que combina blockchain e IA en una herramienta de machine learning para automatizar procesos, o Ocean Protocol, que permite a distintos negocios categorizar y monetizar datos.
Diversas herramientas de inversión incorporan la IA
Entre las aplicaciones prácticas de la IA, también se encuentra el desempeñar un papel crucial en la predicción de precios de criptomonedas y otros activos de inversión. Los modelos de IA pueden analizar múltiples variables, como datos históricos de precios, volumen de transacciones, noticias y sentimiento del mercado para predecir las tendencias futuras. Estos modelos utilizan algoritmos sofisticados, como redes neuronales y aprendizaje automático, para realizar predicciones cada vez más precisas.
Un uso de esta tecnología son los bots de trading, que cada vez más exchanges comienzan a ofrecer en su vertiente basada en IA. Mientras que en un bot convencional se deben incluir parámetros operativos, como la fijación de porcentajes de beneficio o limitación de pérdidas, los recientes bots regidos por datos basados en IA optimizan todos estos indicadores para obtener, aparentemente, mejores resultados que la media de los obtenidos por inversores no asistidos.
En este sentido, el potencial de la IA para mejorar la rentabilidad de las inversiones es muy prometedor, si bien es cierto que los mercados se rigen por ley de oferta y demanda, y queda por ver cómo responderían un paradigma de órdenes de compraventa fijadas en su gran mayoría por órdenes orquestadas por bots basados en IA.
El futuro del binomio IA-blockchain
La IA permite el procesamiento de conocimiento a gran escala, mientras que Web3 permite la coordinación, transferencia de valor y minimización de la confianza. Cuando se combinan, estas tecnologías pueden desbloquear nuevas posibilidades y mejorar multitud de industrias al mejorar la eficiencia, seguridad, transparencia y eficiencia general. Estas aplicaciones van desde la gestión y almacenamiento de datos, a ciberseguridad, servicios financieros, registros médicos o supply chain, por citar sólo algunos. Básicamente, cualquier proceso que implique gestionar información sensible o capitales, y que tanto la IA o el blockchain ya están revolucionando de forma independiente, pero, en este caso, de forma combinada y potenciada.
A medida que las empresas se esfuerzan por automatizar tareas, aumentar la productividad y mejorar su propuesta comercial a través de una gran parte de los productos de software que se ven afectados por la IA, se espera que los modelos de IA continúen proliferando en diferentes segmentos de la economía. Simultáneamente, con el continuo y prolongado declive de la confianza en las instituciones, los usuarios y organizaciones están contemplando cada vez más aplicaciones respaldadas por tecnología blockchain. La convergencia de estos dos cambios tecnológicos está reconfigurando cómo operan nuestras sociedades y economías. El viejo dilema de el hombre vs. la máquina sigue hoy más vivo que nunca ante todo lo que viene con la IA unida a la blockchain.