Enrique Dans: «Silicon Valley quería menos controles y con Trump ha visto el cielo abierto»

El gallego Enrique Dans es un referente del debate tecnológico en España. Desde 1990, Dans ejerce de profesor de Sistemas y Tecnologías de la Información en IE Business School, arrastra una legión de seguidores y descuella como un prolífico autor que canaliza gran parte de su pensamiento a través de su propia web, una biblioteca estupenda para quien quiera estar al día. En los próximos meses, Dans revelará su nuevo proyecto, mantenido hasta ahora en riguroso secreto pero conectado (spoiler) a la innovación más audaz. 

PREGUNTA.- Bruselas y las big tech estadounidenses mantienen un pulso bien conocido. De momento, las multas de la primera no parecen doblar ni un milímetro el cucharón de las segundas. 

RESPUESTA.- Europa quiere consolidarse como el mercado más avanzado del planeta, con 400 millones y pico de consumidores que destacan por ser los mejor formados y los que menos desigualdades sociales presentan. Parecería razonable que dicha realidad permitiese a la UE liderar la regulación en el mundo, tal y como ha ocurrido con la privacidad, pero el problema inherente a esta estrategia es que así no se vende, no se produce ni fabrica nada, y si encima te pasas de rosca, es probable que los usuarios empiecen a quejarse porque habrá cosas (el último iPhone, la última herramienta de IA) que no llegarán aquí por miedo a las sanciones. 

P.- El atentado con un cibercamión de Tesla en Las Vegas demuestra que la vía de la colaboración entre empresas tecnológicas y autoridades también es posible. 

R.- Tesla recoge información de sus vehículos con total conocimiento de sus clientes. No hay nada oculto o sombrío en ello, a diferencia de lo que ocurre con Meta, donde todo es tenebroso. Se pueden idear escenarios que respeten más los derechos de los usuarios, aunque el principal escollo es el choque en torno a los modelos de negocio basados en la explotación incondicional de los datos. 

P.- Mark Zuckerberg anunció recientemente que suprime la moderación de contenidos en Facebook. 

R.- Cuando implantó esa moderación, Zuckerberg lo hizo obligado, no porque quisiera proteger a nadie. Además, sus moderadores no eran expertos en las materias que debían moderar, sino trabajadores mal pagados operando desde lugares remotos. El resultado está ahí: ese mecanismo era algorítmico y no servía para nada. 

P.- Nada más arrancar la entrevista con Joe Rogan [19 millones de seguidores en Youtube], Zuckerberg afirma sin pestañear que el objetivo de Meta y de las redes sociales siempre ha sido dar voz a la gente. 

R.- La finalidad de Facebook es colocar cuantos más anuncios mejor, pero sus supuestas labores de francotirador [endosando a cada usuario las marcas que mejor encajan con sus gustos] no son certeras porque lo que llega suele ser basura. La comunicación no es real. La comunicación es un mero instrumento frente al objetivo publicitario. 

P.- ¿Sigue usando Facebook?

R.- Lo abro una vez al día y subo mi artículo porque tengo ahí a 30.000 personas a las que no voy a dejar en la cuneta. 

P.- La política vive una nueva era en EEUU. El cóctel consiste en mezclar a un mesías como Trump con un supertecnólogo como Elon Musk. 

R.- Esa combinación no me gusta porque uno de sus ingredientes (Trump) es venenoso. Un individuo con ese nivel de inmoralidad no debería haber concurrido a las elecciones. Si los grandes tecnólogos se arriman a él, esto sólo puede significar dos cosas: o Trump es muy influenciable o esos tecnólogos van a conseguir con su ayuda amplificar su potencia de fuego. Silicon Valley quería menos controles públicos y con Trump ha visto el cielo abierto. 

P.- ¿En qué momento se halla X/Twitter? Bruselas también vigila esta red por su injerencia en ciertos procesos electorales, comenzando por el alemán. 

R.- X es un altavoz para una sola persona, para reforzar sus mensajes y dar voz a quien él considera adecuado. X es, de hecho, el mayor periódico del planeta, puro soft power al servicio de las obsesiones de su propietario.