El ejército ruso adora los mandos de la PlayStation pero EEUU tiene algo mejor
El dispositivo tecnológico certifica el paralelismo entre la vida virtual y la real

Mando militar.
Tráfico de videoconsolas. Eso es lo que va a necesitar el ejército ruso si la Unión Europea se sale con la suya. Las autoridades de Bruselas entienden que el ejército de Vladímir Putin usa sus mandos para manejar drones y otros dispositivos militares, y quieren frenar su exportación. Lo que no saben es que hay varios ejércitos que tienen algo mejor.
La Comisión Europea estima que cientos de mandos extraídos de inocentes videoconsolas están siendo usados para pilotar drones remitidos contra Ucrania. Este es el razonamiento que conduce a emitir una directiva para que las consolas y mandos de PlayStation, Xbox y Nintendo sean etiquetados como material, si no peligroso, al menos… sensible.
No es la primera vez que ocurre algo parecido. Antes de la guerra del Golfo de 1991 y durante un largo periodo de restricciones internacionales, Irak tuvo prohibido comprar algunos modelos de ordenadores pertenecientes a la marca Apple. La razón era que sus microprocesadores pertenecían a una tipología muy específica, y eran tan potentes, que podían ser utilizados para el desarrollo de armamento. Ese razonamiento es el que se aplica ahora con las consolas de videojuegos, y en especial, con sus mandos.
Existe un cálculo que apunta a que más de un tercio de la población mundial juega a videojuegos. Este crecimiento de orden exponencial en los últimos años ha llevado a la industria a un grado de perfección en lo tocante a la usabilidad extraordinaria. Sus estudios en ergonomía, y capacidad de interacción es excelente, y sus mandos y periféricos de control se han adoptado en los usos más inesperados. Sin ir más lejos, hasta submarinos.
El Titan, de la compañía OceanGate Expeditions, sufrió una implosión catastrófica el 18 de junio de 2023 y estaba manejado por un mando para videojuegos Logitech F710 modificado. La empresa que lo diseñó jamás lo hizo con esta finalidad, y tampoco hubiera aprobado este uso de haberlo sabido.
Se desconoce si el accidente estuvo provocado por un mal funcionamiento, pero partimos de la base de que se trata de un periférico que en su momento costaba 39,90 euros en tiendas especializadas, no se le puede pedir un grado de eficiencia superior al requerido por el de un joven que juegue en casa.
A pesar de ello, las formas de los mandos, botonería, resortes, mecanismos, ergonomía y funciones se han mostrado perfectas para el manejo de dispositivos militares a distancia. Es ideal para pilotar drones, robots de desminado, armas guiadas, torretas artilladas, cámaras y equipos de diversa índole.
Los militares vieron la utilidad ya a inicios de la primera década del XXI, y lo han ido implementando en áreas curiosas. Una es el control del mástil fotónico del submarino USS Colorado de la US Navy. Esta especie de periscopio de alta tecnología necesitaba un sistema de guiado manual y tras probar con diversas opciones, encontraron la ideal en el mando de una Xbox 360. No es un sistema crítico, tiene alternativas de manejo, pero este tipo de control es el que mejor resultado les ha dado.
Más allá de los propios periféricos, han sido vistos soldados ucranianos en el frente manejando drones desde una consola de bolsillo Steam Deck, de Valve. La pantalla incluida y el sistema operativo Linux integrado la hacen perfecta para controlar dispositivos a distancia.

Instalados en la cultura popular
Si, por un lado, los fabricantes de videoconsolas llevan décadas perfeccionando el control de sus máquinas con las dos manos, la omnipresencia de los juegos ha familiarizado a los soldados de las generaciones más jóvenes con su manipulación. A sabiendas de esto, la compañía Ultra Electronics Measurement Systems comercializa desde hace años su propio mando de videojuegos de grado militar.
El llamado Freedom of Movement Control Unit (FMCU) tiene un aspecto muy similar al mando de una Xbox, pero su aparente robustez, grosor y material de los botones, y color caqui delatan un uso que traspasa los límites de un salón hogareño. El fabricante lo comercializa en varias configuraciones, de acuerdo con el uso específico al que vaya destinado, y uno es sin ir más lejos el manejo de un cañón láser.
El Recovery of Airbase Denied by Ordnance (RABDO) que utiliza el ejército estadounidense es un enorme vehículo blindado de 18 toneladas capaz de soportar explosiones sin apenas sufrir rasguños en su pintura de camuflaje. Dispone, entre su arsenal, de un desarticulador de explosivos, un láser de tres kilovatios que se maneja con un mando tipo FMCU.
El operador, desde el interior de la cabina, puede manipularlo —al igual que otros mecanismos afines— para limpiar zonas minadas. Este controlador cuenta con un conjunto único de botones faciales, dos sticks de control, el pad direccional y unas empuñaduras laterales que se asemejan mucho a los mandos estándar de cualquier videoconsola.
También en sistemas de ataque
Otras áreas en las que se está implementando esta tecnología robada al mercado comercial del entretenimiento incluyen el nuevo sistema de defensa aérea de corto alcance del ejército americano. Armado con misiles FIM-92 Stinger, AGM-114 Hellfire, y un cañón de cadena de 30 mm, el conjunto va montado sobre vehículos blindados Stryker, y todo se manipula, apunta y dispara desde el mando.
El FMCU se ha utilizado en una variedad de vehículos no tripulados experimentales, y según un contrato de la US Navy de 2023, el sistema será aplicado para operar el sistema de sensores electroópticos instalados en las fragatas. La idea es que con ellos se manejen los misiles guiados de la clase Constellation para rastrear y repeler amenazas entrantes.
Visto desde fuera, es como jugar a un videojuego; desde dentro es mucho más serio. Pero la jugada tecnológica certifica el paralelismo entre la vida virtual y la real. Lo que ha funcionado en una, ha acabado sirviendo en la otra. Ojalá llegue el día en que los conflictos armados se queden solo en la primera.