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Así es el avión de 75 millones por el que ricos y famosos van a hacer cola

Da igual si eres Messi, Trump, un jeque árabe o un ‘youtuber’ famoso: tendrás que esperar

Así es el avión de 75 millones por el que ricos y famosos van a hacer cola

Un Gulfstream G800 surcando los cielos. | Gulfstream

El período medio en lista de espera es de entre dos y tres años. Eso es lo que va a tener que aguantar la élite planetaria a la espera de lo que Gulfstream tarde en entregarles un G800, lo último en jets privados, lo más rimbombante del mercado, y el tope de gama de la compañía estadounidense. Es lo más parecido a una alfombra mágica que el dinero puede comprar, aunque muchos de los que lo desean han de saber que recibirán por respuesta un no de altos vuelos.

Tan alto como los 51.000 pies –15.544 metros– de altitud al que puede operar, los Mach 0,935 de velocidad punta que puede alcanzar, o la factura de 72,5 millones de dólares en su configuración básica que tenía por precio el año pasado (unos 65 millones de euros al cambio de hoy). Es importante determinar el momento de la adquisición por el cambio de moneda, y porque tiende a revisarse cada año y rara vez es para ser más barato.

El G800, el último diseño de Gulfstream, desplaza al G650, hasta hoy la aeronave más ambiciosa de la compañía. Es el avión en el que se suelen desplazar personajes como Jeff Bezos, factótum de Amazon, la presentadora televisiva Oprah Winfrey, Kim Kardashian, Laurene Powell Jobs, viuda del Steve Jobs, que creó Apple, el futbolista Cristiano Ronaldo, o Amancio Ortega. Elon Musk no tiene uno sino dos Gulfstream, un G650ER y un más pequeño G550. En 2023 registró todo un récord de paseos por el aire, con 441 vuelos en sus jets.

El anunciado como el avión de negocios de mayor alcance del mundo alzó el vuelo por primera vez en junio de 2022. Tras cientos de trayectos transoceánicos, acaba de recibir la certificación de las autoridades estadounidenses y europeas (FAA y EASA) y ya tiene los permisos de aeronavegabilidad pertinentes; esto es, ya puede volar. La compañía, con sede en Savannah, Georgia, guarda con celo la privacidad de su clientela, pero resulta obvio que comenzará a entregar las primeras unidades en breve, unos dos meses después de matricular su último G-650, que cesa en su producción.

Para sorpresa de los reguladores, las capacidades de la aeronave han ido más allá de lo anunciado, y supera la velocidad prevista, su techo operativo, y autonomía. Sin embargo, en lo que ha marcado un nuevo récord es en consumo. La eficiencia de sus dos motores Rolls-Royce Pearl 700 gemelos, sumados a unas alas de diseño avanzado, hacen que el gasto de combustible, y con ello las emisiones, se vean rebajadas en algo más de un 30 % con respecto a modelos previos como el G450.

Gracias a este rendimiento, el G800 conecta sin escalas a más destinos en todo el mundo que cualquier otro jet privado. A medida que vuela mayores distancias a máxima velocidad, gana tiempo, uno de los bienes más preciados por sus usuarios más habituales. La compañía afirma que las altas velocidades de este pájaro de aluminio y materiales compuestos pueden ahorrar hasta hora y media en vuelos de más de 12.000 km.

El aparato ha sido certificado para poder despegar en pistas de hasta 1.771 metros, y puede posarse en 946 metros. Las dos cifras son inferiores a lo anunciado inicialmente, lo que brinda a los clientes acceso a mayor número de aeropuertos.

Si eso es en lo referente a sus prestaciones y capacidades, por dentro es como volar dentro de un hotel de siete estrellas, los considerados por encima de los de cinco. Dispone de dieciséis ventanillas ovaladas, las más grandes de la industria, y la atmósfera que se genera en su interior es la de presión más baja de entre los jets privados, lo que influirá en el bienestar y comodidad de sus pasajeros.

El aire en cabina se podrá renovar en menos de tres minutos, y podrán viajar con todo tipo de comodidades hasta diecinueve pasajeros si van sentados, o diez si deciden usar la configuración con camas. La cabina se puede personalizar hasta límites que rayan en lo absurdo, y de manera habitual se suele dividir en cuatro espacios; tres para los pasajeros y uno para la tripulación.

El lujoso y amplio interior del G800. | Gulfstream

Siete estrellas, mejor que cinco

Huelga decir que dispone de Internet de alta velocidad vía satélite, varias pantallas gigantes de 4K mayores que las que podamos tener en casa, o una iluminación LED en todo el interior que genera atmósfera y adapta el sueño y la luz al cambio de zonas horarias. Su tecnología le permite ser programada para adaptarse a los ritmos circadianos de sus usuarios.

La compañía estadounidense no aporta cifras exactas, pero se calcula que es capaz de fabricar un centenar de aparatos cada ejercicio. En cuanto a los plazos de entrega, el Gulfstream G650, considerado uno de los jets privados más rápidos y lujosos del mundo, con una alta demanda y una producción limitada, se ha estado yendo a los tres años dependiendo del nivel de acabados y personalizaciones requeridas.

Una muetra del nivel de personalización que puede alcanzarse en el interior de estos aparatos. | Gulfstream

Solo para muy ricos y muy famosos

Los del G800 deberían ser similares, así que el que quiera uno tendrá que esperar al menos un par de años, y puede que un poco más. Da igual si eres Lionel Messi, Donald Trump, un jeque árabe o un youtuber devenido en famoso: tendrás que hacer la cola. Los únicos que están exentos de esta espera, al menos en su modelo G700, pertenecen a la operadora Qatar Executive. Tienen que esperar los plazos de fabricación, pero al comprar en lotes, y con mucha antelación, tienen un trato especial. Es la suerte que no tenemos los demás. Bueno, tampoco el dinero.

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