'Dynasty Warriors Origins': la transformación de una saga presa de la monotonía

La nueva entrega de la saga Dynasty Warriors ha mejorado gráficamente y también en su jugabilidad, porque en este nuevo título del hack & slash famoso por permitir a los jugadores enfrentarse a ejércitos de más de mil unidades, contamos con mejoras en prácticamente todos los aspectos para involucrarnos en las campañas bélicas de defensa y conquista durante el periodo de la China de los tres reinos (estapa comprendida entre los años 184 y 205 después de Cristo).

El primer cambio significativo es la presencia de un protagonista sobre el que va a girar toda la historia. Un protagonista con amnesia, que poco a poco irá recuperando recuerdos gracias a la ayuda de personajes con los que interactuará y que dará al jugador la posibilidad de tomar decisiones para combatir en uno u otro bando, dependiendo de los valores y los vínculos que tenga con cada uno de los oficiales o generales dispuestos a entrar en conflicto —luchar por el poder o luchar por el pueblo—, así como las penurias que lleva acarreando a raíz del sometimiento que sufre a cargo de tiranos gobernantes, además de las desgracias climatológicas que no hacen sino empeorar la situación.

Empezaremos ayudando a esos pobres campesinos dominados hasta la esclavitud, víctimas de la hambruna que, ante las circunstancias, se irán transformando poco a poco en una fuerza rebelde a la que acabarán denominando «los turbantes amarillos». Una fuerza rebelde que acabará sucumbiendo para convertirse en otro ejemplo de tiranía y corrupción en esos convulsos momentos. Como es habitual en la franquicia, deberemos enfrentarnos a combates contra ejércitos de numerosas unidades que en la mayoría de ocasiones están bajo el mando de oficiales con un mayor poder de combate, incluyendo poderes de brujería ante los que deberemos emplear diferentes habilidades que iremos obteniendo conforme aumentemos nuestro rango y obtengamos nuevos árboles de habilidad para aumentar nuestro poder.

La victoria ante estos será crucial para que su ejército se retire del combate y ganemos el enfrentamiento. Y la novedad al respecto, aparte de que nos enfrentemos a un oficial o general en una batalla multitudinaria o un duelo, es que podemos ejecutar un parry para detener el ataque y transformarlo en un poderoso contrataque para reducir la barra de salud del impertérrito. Así mientras disfrutamos con los gráciles combos contra las tropas, deberemos emplearnos como si de un soulslike se tratase con los mandos enemigos. Disponemos de hasta nueve armas diferentes con las que combatir, pero deberemos enfrentarnos a diferentes oficiales en grandes batallas para poder conseguirlas en su totalidad, así que empezaremos con la espada como primera arma de combate, ya que es la que se nos facilita desde el primer enfrentamiento. Podremos aumentar su poder insertándoles gemas que crearemos gracias a un material denominado piroxeno, el cual encontraremos en los caminos.

Entre batalla y batalla, también como novedad, podremos recorrer el mapeado tanto a pie como a caballo para trasladarnos de un sitio a otro. Gracias a una vista aérea en la que los asentamientos y campañas están reflejados en miniatura para poder acceder a ellos, al seleccionar cualquier asentamiento, podremos entrar en el menú de la tienda para comprar o vender armas, hablar con otros personajes o acceder a la posada para preparar las batallas gestionando nuestro armamento. Sigue siendo una delicia manejar cada uno de los golpes y combos, incluyendo esos poderosos y espectaculares «ataques musou» una vez hayamos llenado la barra de energía correspondiente, para ver como los enemigos van cayendo en grandes grupos como si fuesen bolos gracias a nuestros poderosos ataques.

Y como novedad, en los momentos en los que nos encontramos en una frenética lucha ante mil enemigos que nos rodean, y entre los que se puede encontrar más de un oficial o general al mando, el protagonista dispone de una habilidad secreta denominada «ojos de ave sagrada». Gracias a ella, podemos pausar momentáneamente la batalla para observar dónde se encuentran los objetivos o nuestros aliados en peligro, además de descubrir señales visuales de zonas afectadas por brujería en las que deberemos destruir grandes vasijas de incienso para que las tropas enemigas no se transformen en enemigos más letales.

Durante la lucha, además de machacar los botones con los golpes de combate, deberemos situarnos en el mapa de batalla para saber dónde están los objetivos porque esta vez nos encontraremos campos de batalla gigantescos en espacios abiertos. Existe un sistema de aviso mediante carteles que podremos manejar para obtener información del enfrentamiento y así conocer más rápidamente si alguno de nuestros oficiales está en peligro. Si uno de ellos huye por inferioridad o es vencido, perderemos la batalla, por lo que es importante saber la situación exacta en donde estamos para correr en su ayuda. Para esos momentos es útil la montura, un caballo que también irá mejorando conforme avancemos en las batallas y con el que también podremos embestir a las tropas enemigas.

Durante determinadas contiendas, podremos ir acompañados de otro personaje que luchará a nuestro lado y al que también podremos manejar, brindándonos momentos de ataque cooperativo realmente espectaculares. Origins sigue enamorando a los jugadores ávidos de acción frenética, dándoles herramientas para el relax entre batalla y batalla y creando una historia sólida que obliga a la rejugabilidad para disfrutar de tres finales diferentes, así como nuevos caminos en los escenarios dependiendo de las decisiones que hayamos ido tomando en la aventura, convirtiendo el juego en un título verdaderamente adictivo.

Dynasty Warriors Origins: disponible para PlayStation 5, Xbox series y PC.