Tres disidentes buscan refundar las FARC en las selvas del sur de Colombia
En las selvas del departamento colombiano de Guaviare, en el sur del país, tres guerrilleros de las FARC que no se han acogido al acuerdo de paz firmado en 2016 adelantan un plan para «refundar» a la conocida hasta ese año como la guerrilla más antigua de América, informa Efe. Según un informe publicado en la más reciente edición de la revista Semana, los responsables de la reorganización del grupo armado son Gener García Molina, alias «John 40»; Miguel Botache, alias «Gentil Duarte», y Édgar Salgado, alias «Rodrigo Cadete».
En las selvas del departamento colombiano de Guaviare, en el sur del país, tres guerrilleros de las FARC que no se han acogido al acuerdo de paz firmado en 2016 adelantan un plan para «refundar» a la conocida hasta ese año como la guerrilla más antigua de América, informa Efe. Según un informe publicado en la más reciente edición de la revista Semana, los responsables de la reorganización del grupo armado son Gener García Molina, alias «John 40»; Miguel Botache, alias «Gentil Duarte», y Édgar Salgado, alias «Rodrigo Cadete».
Los tres, indica la publicación, son disidentes del histórico frente primero de las FARC, «una de las estructuras madre de esa guerrilla», y empezaron a gestar la idea de agruparse a finales de 2016. Para ello, asegura Semana, «los grupos están trabajando unidos, recogiendo plata y moviendo sus bases entre las comunidades». Incluso, agrega, «tendrían una fecha próxima definida para la reunión que marcaría el resurgimiento» del que harían parte un número no precisado de insurgentes, toda vez que las cifras varían entre los 1.463 disidentes de los que hablan los registros oficiales y los 4.000 que reportan agencias de inteligencia extranjeras.
Sin embargo, la intención es llegar a convocar a 8.000 combatientes antes de terminar 2019. El liderazgo del grupo está en manos de «Gentil Duarte», quien fue el primer guerrillero de las FARC en apartarse del proceso de paz y a quien actualmente lo acompañan unos 250 hombres. La financiación tanto para las actividades criminales que adelantan como para la posible «refundación» se basa en el narcotráfico. Para ello, sostiene la revista, «John 40» es el encargado del sustento económico «potenciando tanto los cultivos como las rutas y la exportación» de cocaína.
Estas actividades se realizan en Colombia así como en Venezuela y Brasil, en donde ya tiene supuestamente alianzas con los carteles Familia del Norte, Comando Vermelho y el Primer Comando de la Capital. En total, en el país hay 29 grupos disidentes de las FARC, pero solo 11 han manifestado hasta el momento su intención de hacer parte del proceso de «refundación».
Uno de los interesados es Walter Patricio Arizala Vernaza, alias «Guacho», líder del Frente Oliver Sinisterra, integrado por unos 50 rebeldes y que delinque en el suroeste colombiano y en la frontera con Ecuador. Su principal enclave es Tumaco, considerado el municipio de Colombia con el mayor porcentaje de cultivos de coca y en donde se ubica el segundo puerto en importancia del país sobre el océano Pacífico, lo que llamó la atención de los carteles mexicanos que buscaron un acercamiento con las disidencias.
En 2018 «Guacho» ganó notoriedad debido al secuestro y posterior asesinato de tres miembros de un equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio. Luego, también secuestró y asesinó a una pareja de residentes en el vecino país y ha llevado a cabo al menos tres ataques terroristas contra la infraestructura eléctrica de Tumaco.
Asimismo, esta semana han sido asesinados tres funcionarios de la Fiscalía por parte del Frente Oliver Sinisterra en esa zona, lo que ha convertido a «Guacho» en uno de los hombres más buscados por la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules, integrada por 9.600 hombres del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía. A ellos se han unidos otras estructuras de las Fuerzas Militares que en todo el país han realizado «1.272 operativos, que dejaron como saldo 305 capturas, 62 disidentes muertos y la incautación de casi 100 toneladas de cocaína», con lo cual se busca impedir el resurgimiento de las FARC como guerrilla.