El presidente saliente estadounidense, Donald Trump, ha aceptado este jueves que su presidencia será de una sola legislatura y ha prometido una «transición ordenada» después de que el Congreso ratificara la victoria electoral del mandatario electo, Joe Biden. Sin embargo, sigue sin admitir como válido el resultado de los comicios y mantiene, por tanto, su tesis del fraude electoral.
Lo más importante: «A pesar de que estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos están de mi lado, habrá, sin embargo, una transición ordenada el 20 de enero», ha dicho Trump en un comunicado distribuido en Twitter por uno de sus principales asesores, Dan Scavino. «Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para asegurar que solo se contaban los votos legales. ¡Aunque esto representa el fin del mejor primer mandato en la historia presidencial, solo es el comienzo de nuestra lucha para Hacer a Estados Unidos Grande de Nuevo!», ha añadido, citando su lema electoral.
Statement by President Donald J. Trump on the Electoral Certification:
“Even though I totally disagree with the outcome of the election, and the facts bear me out, nevertheless there will be an orderly transition on January 20th. I have always said we would continue our…
— Dan Scavino🇺🇸🦅 (@DanScavino) January 7, 2021
La reacción de Trump ha llegado a través de la cuenta de Twitter de Scavino porque la del propio presidente saliente está suspendida temporalmente, debido a unos mensajes en los que el mandatario justificó el asalto al Capitolio por parte de sus simpatizantes. Trump no reconoce la derrota en su comunicado, algo que prometió a sus seguidores que «nunca» haría, pero sí admite finalmente que su mandato llega a su término y que tendrá que abandonar la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
El mensaje del presidente llega minutos después de que el Congreso ratificara la victoria del presidente electo, Joe Biden, en un gesto normalmente ceremonial, pero que, en esta ocasión, derivó en uno de los días más oscuros e inauditos de la historia de Estados Unidos.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que presidía la sesión, declaró en la sesión que la ratificación del Congreso debía considerarse «suficiente» para aceptar la elección de Biden. Pence ponía así fin a una sesión que comenzó a primera hora de la tarde del miércoles y quedó interrumpida por el extraordinario asalto al Capitolio de los seguidores del presidente Donald Trump, un asedio que duró casi cuatro horas y se ha saldado con al menos cuatro muertos, 14 policías heridos y 52 detenidos.
Unas dos horas después de que las autoridades consiguieran despejar el Capitolio y sus inmediaciones, ambas cámaras del Congreso volvieron a reunirse para seguir con el proceso de ratificación del resultado de las elecciones, que ya quedó confirmado en diciembre por el órgano competente en Estados Unidos, el Colegio Electoral.
La nueva sesión duró más de siete horas debido al debate en ambas cámaras sobre dos objeciones al resultado de las elecciones en Pensilvania y en Arizona, ambas presentadas por los aliados de Trump[contexto id=»381723″].
Nunca hubo ninguna perspectiva de que las objeciones presentadas en el Congreso prosperaran, puesto que cada uno de ellos debe superar una votación en el pleno y los demócratas, el partido de Biden, son mayoría en la Cámara de Representantes. Sin embargo, Trump insistió en presionar a los legisladores y a Pence para que se arrogaran unos poderes que no les corresponden bajo la Constitución e interfirieran en la sesión.