Un atentado talibán en Kabul deja al menos 103 muertos y 235 heridos
Al menos 40 personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas en un atentado con coche bomba cometido este sábado frente el antiguo edificio del Ministerio del Interior, en la Plaza Sadarat, en el centro de Kabul.
Al menos 103 personas han muerto y 235 han resultado heridas en un atentado con ambulancia bomba cometido a primeras horas del sábado en Kabul, según un nuevo balance oficial confirmado por el ministro del Interior afgano, Wais Barmak. La acción perpetrada frente el antiguo edificio del Ministerio del Interior, en la Plaza Sadarat, en el centro de Kabul, ha sido reivindicada por los talibanes. La comunidad internacional ha condenado la masacre.
El Gobierno ha decretado «una jornada de duelo nacional» el domingo y el lunes será un día inhábil para que Kabul pueda «ocuparse de los heridos».
La explosión se produjo en las proximidades del antiguo Ministerio del Interior y cerca de unas instalaciones del Directorio Nacional de Seguridad (NDS), la principal agencia de inteligencia afgana. Las cifras de fallecidos no dejaron de aumentar a lo largo de la jornada, y las autoridades no descartan que el número definitivo de muertos sigue creciendo, informa AFP.
Los talibanes han reivindicado el atentado en un mensaje en la red social Telegram en el que han afirmado que «un mártir mediante con coche bomba alcanzó el primer punto de control cerca del Ministerio del Interior».
El portavoz del grupo, Zabihullah Mujahid, aseguró que en el momento de la explosión había una gran concentración de policías en la zona.
El atentado se produce en medio de una espiral ascendente de ataques terroristas contra objetivos civiles por parte de talibanes y del Estado Islámico (EI) en los últimos días.
El pasado fin de semana una veintena de personas murieron en el Hotel Intercontinental de Kabul durante un asalto perpetrado por seis atacantes que mantuvieron un enfrentamiento con las tropas de seguridad durante doce horas.
El miércoles un ataque del EI contra la sede de Save the Children en Jalalabad acabó con la vida de cuatro empleados de la organización no gubernamental, un transeúnte y un miembro de las fuerzas de seguridad, así como de los cinco terroristas.
Aunque en los primeros nueve meses del año pasado el cómputo de víctimas civiles por el conflicto descendió en un 6%, la primera vez que se producía un retroceso desde 2012, las cifras fueron de 2.640 muertos y 5.379 heridos, todavía «niveles altos», según la ONU.
Precisamente, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha expresado su condena por el atentado al tiempo que ha indicado la necesidad de llevar a los autores de la matanza ante los tribunales.
También el Gobierno español ha manifestado su repulsa por el ataque. «España desea, una vez más, transmitir su apoyo a Afganistán en la lucha contra la lacra terrorista y reiterar su compromiso para lograr un futuro en paz y libertad», informa el Ministerio de Exteriores en un comunicado hecho público. «España se solidariza con el pueblo afgano ante la continua amenaza terrorista. Mis condolencias por las numerosas víctimas y deseos de pronta recuperación a los heridos. La unidad de los demócratas vencerá a la barbarie», ha dicho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su cuenta de Twitter.