Un fallo en el contrato de la UE con AstraZeneca permite filtrar el precio pactado por las vacunas
Un fallo técnico ha permitido al semanario alemán Der Spiegel revelar el precio pactado entre la Comisión Europea (CE) y la farmacéutica anglosueca AstraZeneca por su vacuna contra el coronavirus[contexto id=»460724″].
Lo más importante: el precio pactado por las vacunas de AstraZeneca y que pagará la Unión por ellas sería de 850 millones de euros, según ese medio. En esos 850 millones se incluyen, de acuerdo con la publicación, todos los costes directos e indirectos que se derivarán para AstraZeneca de la producción de la vacuna. Desde material, a controles de calidad, impuestos, tasas aduaneras, gastos administrativos y almacenamiento.
La CE ha publicado este viernes el contrato con la farmacéutica, dentro de las tensiones generadas por los problemas en las entregas de sus dosis. De acuerdo con lo pactado, en el documento eran ilegibles antes de su difusión datos y cifras, pero dicho semanario ha logrado tener acceso al documento completo en PDF, dándole a una tecla determinada de función.
La CE ha tratado de subsanar el error sustituyendo el texto por otra versión, pero para entonces Der Spiegel ya había salvado al menos algunas de las informaciones relevantes, entre ellas el precio pactado por Bruselas.
La farmacéutica no deberá afrontar posibles pérdidas derivadas de los suministros. En caso de que los costes superen la cifra pretendida de los 850 millones de euros, la empresa informará a la CE; si el aumento supera el 20%, AstraZeneca se obliga a documentarlo.
Las informaciones de Der Spiegel siguen a la publicación del contrato, suscrito el pasado 27 de enero, y en medio del tira y afloja actual por los suministros y plazos de entrega de la vacuna, la tercera aprobada por las autoridades europeas, tras las de Pfizer/BioNTech y de Moderna.
La CE se comprometió a difundir la versión. En los términos que sí fueron accesibles en la versión publicada por Bruselas se estipulaba que la empresa se comprometía a hacer «esfuerzos razonables para producir las dosis iniciales que se distribuirán en la UE», así como los dos plazos para las entregas de las mismas (300 millones) una vez recibida la autorización de la EMA. Se estima que un 95% de las partes tachadas lo han sido a petición de la farmacéutica.