Boko Haram utiliza cada vez más niños como atacantes suicidas, según Unicef
La milicia terrorista radical islámica Boko Haram utiliza cada vez más niños como atacantes suicidas en los países en torno al lago Chad, ha informado este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La milicia terrorista radical islamista Boko Haram utiliza cada vez más niños como atacantes suicidas en los países en torno al lago Chad, ha informado este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Esta cifra se ha triplicado en el primer trimestre del año en comparación al mismo periodo del año anterior, hasta llegar a 27, ha señalado Unicef en un nuevo reporte.
«En los tres primeros meses del año, el número de niños utilizados en ataques con bomba es casi el mismo que durante todo el año pasado. Este es el peor uso posible de niños en conflicto», ha declarado Marie-Pierre Poirier, directora regional de Unicef para África Occidental y Central.
Durante los últimos tres años, 117 niños han sido empleados para perpetrar ataques con bomba en la cuenca del lago Chad. Alrededor de un 80% de los atentados han sido perpetrados por niñas, según la ONG.
En entrevistas, varios niños relacionados con Boko Haram cuentan que mantienen en secreto su experiencia, porque temen la estigmatización e incluso violentas represalias de su comunidad.
Estos menores «son víctimas y no victimarios».
Amina, quien vivía en una isla en el lago Chad, ha relatado su caso a Unicef: fue drogada y obligada a participar en un ataque suicida cuando tenía 16 años.
A Amina y otras tres niñas les han adherido bombas al cuerpo antes de enviarlas en una canoa a un concurrido mercado. Cuando vigilantes vieron a las menores, dos detonaron los explosivos. Amina ha sobrevivido, pero ha perdido ambas piernas.
El reporte se produce casi tres años después de que Boko Haram secuestrara a 276 menores nigerianas de una escuela en la localidad de Chibok, en el noreste del país, el 16 de abril de 2014.
Desde 2009 al menos 14.000 personas han muerto a manos de los fundamentalistas suníes en Nigeria, Chad, Camerún y Níger. Según datos de Naciones Unidas, alrededor de 2,7 millones de personas de la región han huído de sus hogares a causa de Boko Haram.
El objetivo del grupo es establecer un Estado en la región donde rija una estricta interpretación de la ley islámica, la sharia.