Venezuela se encamina a una hiperinflación de más de 160.000% este año

La tasa de inflación en Venezuela apunta a cerrar este año en 160.616%, de mantenerse la tendencia actual y en ausencia de políticas económicas para enfrentar este drama, ha alertado el economista y diputado del parlamento opositor venezolano Ángel Alvarado.

“Este número genera mucho desconcierto”, ha explicado el economista y diputado durante una conversación telefónica con El Estímulo, en referencia a esta cifra que refleja la aguda crisis que padecen los venezolanos en un contexto de hiperinflación, escasez de bienes básicos, parálisis productiva y el desplome del consumo.

El lunes la opositora Asamblea Nacional ha presentado los resultados mensuales de su “Índice Nacional de Precios al Consumidor” (INPAN), que postula como una alternativa de información ante la ausencia de los datos oficiales del Banco Central y del Instituto Nacional de Estadística (INE), ambos organismos controlados por el gobierno de Nicolás Maduro.

El chavismo ha decidido ocultar esa información clave a los venezolanos desde que los precios junto con todos los indicadores macroeconómicos del país evidenciaron el reiterado fracaso económico del modelo socialista impuesto en el país petrolero.

La inflación medida en diciembre por el INPAN fue del 85% para un acumulado en el año de 2.616%. Esa tasa significa que en promedio los precios aumentaron 25 veces en el país entre enero y diciembre pasados.

En noviembre la inflación había sido de 56,7% mensual para una acumulada del 1.369%. Al pasar a 85% en diciembre también se multiplica el acumulado, ha explicado Alvarado.

“Los saltos son cada vez más importantes, si mantenemos el 100% de enero (respecto a diciembre) tendremos esa cifra”, de 160.000%, ha dicho el legislador al explicar la fórmula matemática exponencial usada por los economistas y en la que concuerdan otros de sus colegas consultados por El Estímulo.

“Te da un número espantoso”, ha recalcado el diputado.

Según cálculos independientes, ese 160.000% anual significa que los productos aumentarán en promedio 1.500 veces en el país sudamericano. Es decir, una barra de pan que se compra hoy todavía en 8.000 bolívares (la moneda local) saltará a 12 millones de bolívares.

Si se cumplen la predicciones macroeconómicas alertadas por los economistas y firmas consultoras para 2018, Venezuela estará en los peores episodios de hiperinflación de la historia, registrados en sus respectivos momentos en países como Zimbabue, Nicaragua, Argentina y Alemania.

Ya el auge desenfrenado de los precios arroja su primera gran víctima: el salario, pues en Venezuela ningún asalariado gana lo suficiente ni siquiera para cubrir los gastos básicos de una familia.

Venezuela está sumida en una depresión económica que según los cálculos de los equipos técnicos del parlamento supuso un derrumbe del PIB del 12% en el año pasado, con caídas sectoriales marcadas, como la de la industria petrolera cuya producción de barriles se redujo en 100.000 barriles por día sólo en diciembre.

Entonces la petrolera estatal Pdvsa genera cada menos divisas para el mercado cambiario (mercado que no existe como tal), no hay producción nacional que pueda suplantar la caída de las importaciones, aumentar la oferta y aliviar la presión de demanda.