Las fiestas de Alcalá de Henares acabaron el pasado fin de semana en una batalla campal que se inició con una pelea en una de las casetas y que se saldó con cuatro agentes de la Policía Nacional heridos, un detenido por un delito de desórdenes públicos, furgonetas destrozadas y contenedores quemados.
Los altercados comenzaron a las 03:30 de la madrugada en la caseta ubicada en la Puerta de Alcalá. La pelea provocó la actuación inmediata del dispositivo policial desplegado en la zona formado por un centenar de agentes de la Policía Nacional y la Policía Local del municipio.
Los agentes sufrieron lanzamientos de piedras, botellas y objetos contundentes. Se desalojó el recinto ferial, por miedo a que aumentara la violencia, y fue ahí cuando los jóvenes comenzaron a montar barricadas en una rotonda con quema de contenedores. El operativo se dio por concluido el domingo a las ocho de la mañana.
