Cuando Silvia Matos vio que no podía encontrar en ninguna tienda ropa interior que se adaptase a su cuerpo, tuvo una ocurrencia: confeccionarla ella misma. “Me surgió la idea de buscar yo materiales para hacer mis propias prendas interiores y, poco a poco, empezaron mis amigas: ‘Hazme una’, ‘hazme otra’, ‘mi amiga de Alemania quiere que me hagas una’”, cuenta a The Objective. Matos vio que ahí había negocio y decidió montar su propia empresa, TransLingerie, una marca española de lencería para personas transexuales. Todo hecho a mano. Trucadoras para ellas y binders para ellos. Lee el reportaje completo aquí.