Más de seis millones de desplazados internos, y otros cinco millones de sirios, entre ellos 2,5 millones de niños, viven como refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Estas son las alarmantes cifras que dejan siete años de conflicto en Siria. Mohammed Kteish, de 16 años, siempre ha soñado con convertirse en arquitecto. Mientras crecía en Alepo pasaba su tiempo libre haciendo edificios en papel, pero en 2015, él y su familia tuvieron que huir a Turquía. Al igual que millones de compatriotas, se convirtieron en refugiados de la noche a la mañana. Pero Mohamed se negó a renunciar a sus sueños y continuó realizando construcciones en papel que, posteriormente, se convirtieron en una experiencia de realidad virtual gracias a su proyecto ‘Future Aleppo‘.
Mohammed ha llevado ‘Future Aleppo’ al campamento Kahramanmaraş, en Turquía, donde, con el apoyo de Acnur, el gobierno turco y el Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional (OFID), ha podido enseñar a niños refugiados de Siria e Irak a «reimaginar y reconstruir sus ciudades destruidas». Los niños construyen casas, mezquitas, escuelas, parques y un largo etcétera de edificios en papel, que, posteriormente, y gracias a la tecnología, se convierten en ciudades virtuales.
Mohammed todavía sueña con regresar a su ciudad. También aspira, algún día, a estudiar arquitectura para poder participar en la reconstrucción de Alepo. «Esperamos poder continuar llevando estos talleres a más campamentos y escuelas en todo Oriente Próximo y Europa y así inspirar a los niños a imaginar un futuro mejor para sus hogares, que han sido dañados o destruidos».
Unicef estima que necesitará casi 3.000 millones de euros este año para atender a 48 millones de menores alrededor del mundo. Casi un cuarto del presupuesto se destinará a los refugiados sirios.