Durante la pasada Nochebuena, la reina británica Isabel II, como de costumbre, se dirigió a su pueblo. Lo hizo sentada en una sala del Palacio de Buckingham llamada “la sala blanca de dibujo” donde se podía ver un instrumento que despertó fuertes críticas en redes sociales. La monarca pedía a los británicos que fueran austeros ante el Brexit sentada delante de un exuberante piano cubierto de oro.
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