La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias gasta al día unos 71 por preso que cumple condena en alguna de las prisiones que dependen del Estado. Lo que se traduce en 2.000 euros al mes. Esto convierte al sistema penitenciario español en uno de los más caros de la Unión Europea. España gasta un 45% más y, si se tienen en cuenta también las prisiones gestionadas por la Generalitat de Cataluña, el gasto aumenta en un 70% con respecto a la Unión Europea.