El debate ha vuelto a la primera línea de la política. Más de un millón de firmas han llegado este viernes al Congreso de los Diputados con un único objetivo: legislar sobre la eutanasia. Este aluvión de rúbricas llega a la Cámara Baja justo un día después de que, en Francia, el tetrapléjico Vincent Lambert, que llevaba más de diez años en estado vegetativo y cuyo caso se había convertido en un símbolo de la lucha por la eutanasia, muriera ayer después de que sus médicos le retiraran la alimentación e hidratación artificiales. Su caso había avivado el debate en Francia en torno a la muerte digna.
Nosotros tratamos de introducirnos en este debate hablando con Fernando Marín, presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente, quien tiene clara su defensa de la eutanasia y el suicidio asistido. Le acompaña, en la entrevista y en la lucha, la activista Jacqueline Jencquel, que lleva años peleando por la causa y que incluso ha programado ya la fecha de su fallecimiento. «Podíamos incorporar otra cultura de la muerte, donde hablemos de la muerte, de que somos seres mortales y de que, muchas veces, la muerte es una bendición y una liberación», dice Marín. «Eso es un punto de vista revolucionario porque es cambiar totalmente el punto de vista de lo que es morir y luego, políticamente, la disponibilidad de la propia vida es libertad», considera. El vídeo es el adelanto de una larga entrevista mantenida con ambos que publicará The Objective la semana que viene.