El CIS, más allá de establecer una diferencia de 15 puntos entre el PSOE y el PP… (el PSOE de Sánchez, Ábalos, Cerdán, Koldo, el fiscal general, la mujer del presidente, el hermano del presidente…), va mucho más allá de las encuestas electorales. También formula otro tipo de preguntas a la sociedad que arrojan resultados sorprendentes.
Por ejemplo, el 67% de los españoles dice que Sánchez les genera poca o ninguna confianza. En el caso de Feijóo, como líder de la oposición, la cosa va incluso peor: al 83,7% de los españoles les genera poca o ninguna confianza.
Sobre la guerra en Gaza, un 67% de los ciudadanos dice estar bastante o muy preocupado por la situación. En cambio, sobre la actuación del Gobierno de Sánchez en ese conflicto, un 53% declara estar poco o nada de acuerdo, más de la mitad de los españoles.
Atención a esto: un 21,3% de los ciudadanos –algo más de dos de cada diez– cree que durante la dictadura de Franco se vivieron años buenos o muy buenos. Y un 17,3% considera que la actual democracia es peor o mucho peor que el franquismo.
En cuanto a la religión, el 53% de los españoles se sigue considerando católico –practicante o no–, un 3,2% profesa otra religión y un 42% se declara agnóstico, indiferente o ateo.
Sobre la economía, una paradoja: un 62% cree que su situación personal es buena, pero un 54% opina que la economía general del país es mala o muy mala. Más de la mitad de los españoles.
Vamos con el top 5 de problemas que más preocupan a los españoles.
En el número 5, los problemas de índole económica.
En el 4, el paro, que sigue siendo una de las principales preocupaciones para el 17% de la población.
Entramos en el top 3: la calidad del empleo, los bajos salarios y la temporalidad siguen inquietando mucho a los ciudadanos.
En segundo lugar, la inmigración, que preocupa cada vez a un número mayor de ciudadanos.
Y en primer lugar, por enésimo mes consecutivo, la vivienda: el problema número uno de nuestra sociedad.
Los españoles siguen esperando respuestas: a los precios, al alquiler, al empleo, a la inseguridad… Mientras tanto, las encuestas marcan el ritmo, y el Gobierno mira el reloj.
Tic-tac.