La cumbre europea de Abascal evitará pronunciarse sobre el conflicto de Ucrania
La posición de Rusia divide a los asistentes, entre los que se encuentran Viktor Orbán y Marine Le Pen, cercanos al presidente Vladimir Putin
Los líderes europeos convocados por Santiago Abascal este fin de semana en Madrid tendrán que hacer un ejercicio de malabarismo para Defender Europa, lema de la cumbre. La intención es tratar diversas estrategias para salvaguardar los intereses del continente, pero no se realizará ninguna declaración conjunta sobre el conflicto de Ucrania. El motivo, las posturas contrapuestas que tienen los participantes sobre Rusia. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y la líder del Reagrupamiento Nacional francés, Marine Le Pen, son los más cercanos a Vladimir Putin.
La cumbre comenzó este viernes por la tarde con una cena de recepción presidida por Abascal. Las sesiones de trabajo entre la docena de líderes conservadores se desarrollan desde las 9.00 de este sábado y están divididas en dos mesas redondas. En ellas se debaten las estrategias para defender a Europa a partir de seis elementos: la industria, la soberanía energética, la natalidad y la lucha contra la despoblación, la defensa de las fronteras, el legado cultural y la creación de espacios comunes de trabajo.
División entre los asistentes
Lo harán mientras un contingente de 100.000 soldados rusos se aposta en la frontera ucrania amenazando con desatar un conflicto armado que puede desestabilizar al continente. La postura de Putin divide a los asistentes a la cumbre. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, es uno de los más beligerantes. Ha pedido a la OTAN «despertar de su siesta geopolítica» para contrarrestar el órdago de Putin.
Hace unos días, el dirigente polaco ya criticó el gasoducto Nord Stream 2, destinado a transportar gas ruso a Europa sin atravesar Ucrania. Lo calificó de «herramienta de chantaje de Moscú». Morawiecki tildó la infraestructura de «perjudicial» para la seguridad, «no solo de Ucrania y de Europa Central», sino de todo el continente. El gasoducto está controlado por Gazprom, el monopolio del Kremlin que controla la energía.
En el lado opuesto se encuentran la líder del Reagrupamiento Nacional francés, Marine Le Pen, y el jefe del Gobierno de Hungría, Viktor Orbán, que fue recibido este viernes por Abascal como una estrella de rock, según se aprecia en el vídeo de arriba. Orbán es uno de los grandes aliados de Rusia en la UE, donde incluso ha llegado a obstaculizar la imposición de sanciones a Moscú. El dirigente húngaro tiene previsto reunirse el lunes con Putin para solicitarle que aumente la cantidad de gas que recibe. La oposición le ha pedido que cancele el encuentro.
«La reunión es dañina y contraria a los intereses nacionales», aseguraron todos los partidos de la oposición, desde la izquierda hasta la derecha radical, en un comunicado conjunto recogido por el diario digital Népszava. El texto hacía alusión a la «tensa» situación entre Rusia y Ucrania. Orbán ha hecho oídos sordos. Abascal siempre ha señalado a Polonia y Hungría como socios preferentes, por lo que «abordar el conflicto podría socavar las relaciones» entre los socios conservadores, admite un dirigente de Vox a THE OBJECTIVE.
Salvini, el gran ausente
En la cumbre de Madrid participan una docena de dirigentes. Además de Morawiecki, Le Pen y Orbán estarán presentes Marlene Svazek (Austria), Tom Van Grieken (Bélgica), Krasimir Karakachanov (Bulgaria), Martin Helme (Estonia), Vicenzo Sofo, Valdemar Tomasevski (Lituania), Ron Roos (Países Bajos) y Aurelian Pavelestu (Rumanía). El gran ausente es el líder de La Liga Norte, Mateo Salvini, cuyo partido estará representado por el eurodiputado Paolo Borchia.
La Alianza de patriotas fue constituida en junio por 15 partidos de 14 países. Los presentes en la reunión madrileña tienen el objetivo de continuar el trabajo iniciado en la Cumbre de Varsovia en diciembre. Las líneas marcadas pasan por defender Europa de las amenazas exteriores e interiores e impulsar una alternativa para hacer frente «la deriva globalista que amenaza la soberanía de las naciones». Pese a ello, no está previsto abordar la posición de Rusia en la crisis que tiene al mundo en vilo.
«Todos los políticos que nos reunimos tenemos grandes coincidencias en el diagnóstico de los desafíos de Europa y voluntad de colaboración para construir una UE fuerte de naciones soberanas que colaboren libremente», ha señalado Abascal. En su opinión, es necesario «proteger nuestras fronteras, nuestra soberanía y nuestras raíces». El eurodiputado Jorge Buxadé también ha defendido este tipo de iniciativas en el marco del «enfrentamiento que estamos viviendo entre las naciones europeas y la élites». Sin embargo, ha pasado de puntillas por Ucrania. Asegura estar al lado de ese país y de su soberanía, pero evita condenar expresamente las amenazas de Putin.
El conflicto militar en ciernes no es el único asunto que divide a los participantes. La pertenencia a distintos grupos en el Parlamento Europeo también les aleja. La marcha de los 13 eurodiputados de Orbán del Partido Popular Europeo en marzo del año pasado parecía que iba a unificar a las formaciones, algo que no sucedió por culpa de las discrepancias en el reparto de cargos. El desacuerdo continuó con la remodelación de los órganos de dirección de la Eurocámara tras la muerte de su presidente, el italiano David Sassoli.
Abascal en Ávila
Las posturas se acercan cuando se trata de cerrar filas con los Gobiernos de Polonia y Hungría, a los que la UE abrió un expediente en julio por violar derechos fundamentales con su hostigamiento a la comunidad LGTBI. La ley de Orbán se inspira en una norma rusa aprobada en 2013 que prohibía, incluso, hablar sobre la homosexualidad.
La cumbre obligará a Abascal a hacer malabarismos para asistir al inicio de la campaña electoral de Castilla y León. Está previsto que acuda el sábado a las 19.00 a Ávila para participar en un acto con el candidato regional Juan García-Gallardo. La intención no es solapar eventos, pero la cita internacional estaba agendada desde principios de diciembre, semanas antes de que se convocaran los comicios.