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Cómo refrescar la casa sin aire acondicionado durante la ola de calor

La subida del precio de la luz ha hecho que muchas familias opten por otras medidas para combatir el calor que no impliquen usar el aire acondicionado

Cómo refrescar la casa sin aire acondicionado durante la ola de calor

La configuración de los ventiladores también afecta a su efectividad contra el calor | Unsplash

Aunque esta primera ola de calor ha llegado inusualmente pronto, lo cierto es que solo es una premonición de los meses que están por venir. Con los termómetros registrando temperaturas récord y el calor manteniéndose incluso por la noche, el aire acondicionado puede convertirse en el mejor aliado.

Sin embargo, no todas las casas cuentan con este lujo. E, incluso en las que sí, las familias pueden preferir usar otras formas para refrescarse debido a lo elevado del precio de la luz. En THE OBJECTIVE te contamos algunas formas de refrescarte sin tener que recurrir al aire acondicionado.

Cerrar las persianas

Cerrar las cortinas y las persianas, sobre todo en las horas centrales del día en las que el sol da más fuerte. Esto permitirá que no entre el calor por la ventana y reduce la temperatura de la casa de forma considerable.

Los toldos

Los toldos son uno de los mayores aliados contra el calor. Foto: Unsplased

Los toldos ayudan a proteger del sol, sobre todo en las horas que más aprieta. Al igual que las persianas, contribuye a reducir la temperatura de la casa y es una de las medidas más eficaces contra el calor.

Aprovechar la brisa con las puertas

Abrir y cerrar las puertas de forma estratégica, dejando también abiertas las ventanas, permite aprovechar la brisa cuando sople. También se pueden cerrar las puertas de las habitaciones que no se vayan a usar y dejar abiertas las que sí. Esto sobre todo es importante por la noche, ya que las altas temperaturas pueden dificultar el sueño.

El sótano como dormitorio

Como el aire caliente sube, las plantas de abajo suelen ser las más frescas. Si la casa cuenta con un sótano, seguramente será el mejor sitio para refugiarse del calor.

Configurar el ventilador

Normalmente, los ventiladores suelen tener diferentes configuraciones dependiendo de las estaciones del año. Para el verano, lo mejor es que las aspas giren en sentido contrario a las agujas del reloj y a la mayor velocidad posible. De esta forma se puede crear una brisa agradable.

Colocación del ventilador

El lugar en el que se sitúe el ventilador también influirá mucho en cuánto refresque. Si está delante de la ventana, convertirá el aire caliente en brisa; por otra parte, si se coloca en el pasillo, repartirá la brisa por toda la casa.

Añadir hielo al ventilador

Si el ventilador solo ya ayuda a combatir el calor, añadirle hielo lo hace aún más refrescante. Si se coloca un recipiente lleno de hielo delante del chorro del ventilador se puede aumentar el frescor que desprende.

El horno, descartado

El horno es el electrodoméstico que más calor desprende. Foto: Unsplashed.

A veces, usar el horno provoca que no solo se caliente la cocina sino también el resto de la casa. De necesitar usarlo, lo mejor es hacerlo solo por la noche, ya que es cuando tienden a bajar las temperaturas por lo que la sensación no será tan asfixiante.

Un deshumidificador

El calor no solo puede ser seco, sino que, sobre todo en las zonas costeras, tiende a ser húmedo y a generar mayor sensación de bochorno. Por ello, un deshumidificador puede ayudar a limitar la humedad en el ambiente y reducir esa sensación. Esto es algo que ya hace el aire acondicionado, pero los deshumidificadores suponen una opción más barata a este.

Cambiar a las bombillas LED

Las bombillas incandescentes suelen convertir en calor la mayor parte de la energía que gastan. Cambiarlas por bombillas LED ayudará a combatir el calor de la casa y, además, repercutirá en la factura de la luz ya que estas consumen menos electricidad.

Enfriar la ropa

Aunque a veces den ganas de abrir la puerta de la nevera y quedarse ahí durante horas, notando el frío que sale, -o incluso de meterse dentro- hay una opción más sencilla y que no implica desperdiciar frío y luz. Meter en la nevera prendas como la ropa interior o las sábanas puede ayudar a bajar luego nuestra temperatura corporal al ponérnosla, o incluso a conciliar mejor el sueño.

Las almohadas con gel refrescante

Este tipo de almohadas suponen un gasto extra, pero pueden convertirse en un auténtico salvavidas en las noches de verano. El gel que lleva en su interior se enfría y luego ayudará a dormir mejor.

Las sábanas de lino

La mejor opción de sábanas para el verano han demostrado ser las de lino, ya que no solo son frescas sino también absorbentes y transpirables.

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