Ola de calor: ¿cuánto durará y cuándo se declara una alerta por altas temperaturas?
Para que se considere ola de calor, debe ser intensa, extensa y duradera, aunque la AEMET no establece una temperatura mínima
España vive la primera ola de calor del año | Ángel García
La primera ola de calor del año ya se ha dejado notar en prácticamente toda España. Los termómetros empezaron a subir el pasado miércoles, y se prevé que continúen haciéndolo hasta mediados de semana. En algunos lugares de la península podría incluso a alcanzar los 45 grados.
La ola de calor afectará a toda la península, a excepción de Galicia, Cantabria y Pirineos, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Según explica el experto de Meteored Samuel Biener a 20minutos, los efectos de la ola de calor se notarán sobre todo en el valle del Guadalquivir, así como en la Hoya de Granada (llegando a superar los 41ºC), y el valle del Tajo y la depresión del Ebro (llegando a alcanzar los 40ºC).
Además, una de sus principales características serán las altas temperaturas mínimas por la noche. «En algunas zonas del sur, en Canarias, en el interior peninsular y en la vertiente mediterránea, en algunos sitios no bajaremos de los 25 grados por la noche», afirma Biener.
En algunas ciudades del interior como Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid las temperaturas también serán muy elevadas: «Nos moveremos entre los 40 y 45°C”, asegura Biener. Otras ciudades como Sevilla y Córdoba, por ejemplo, también podrían alcanzar los 47ºC de máxima.
¿Qué se considera ola de calor?
La AEMET define la ola de calor como «episodios de temperaturas anormalmente altas, que se mantienen varios días y afectan a una parte importante de nuestra geografía». «Para que sea considerada una ola de calor, tiene que durar al menos tres días y las temperaturas deben superar unos umbrales en el 10% de las estaciones de AEMET«, explica Biener.
Es decir, si no es intenso, extenso o duradero no se podría considerar una ola de calor. No obstante, no existe una temperatura mínima a partir de la cual se empieza a considerar una alerta por altas temperaturas. La que ha empezado esta semana es la más temprana de los últimos cuarenta años.
Además, esta ola de calor coincide con la publicación del informe del Grupo de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Este recoge que «con un calentamiento global de 1,5 °C, se producirá un aumento de las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las estaciones frías».
Al mismo tiempo, alerta del «papel que desempeña el cambio climático en la intensificación de determinados fenómenos meteorológicos y climáticos, como las olas de calor extremas y las precipitaciones intensas».
Con respecto a esto, Samuel Biener explica que «lo que sí parece bastante claro hasta ahora es que sí que se ha producido un aumento de las olas de calor y un aumento de los fenómenos extremos, con casos como el de Grecia o el de Canadá, donde hace unas semanas llegaron a los 50 grados casi». «Si se cumplen las previsiones del IPCC sí van a ser más frecuentes y más extremas», añade.
¿De dónde proviene esta masa de aire caliente?
Según el experto de Meteored, esta ola de calor «se produce por el ascenso de una masa de aire muy cálida procedente del norte de África, que además va a estar prácticamente estática durante unos días, lo que explica que este episodio se vaya a extender tanto».
«Esta masa de aire cálido, como tiene a sus lados a sus flancos zonas de bajas presiones, no se puede mover, y por tanto nos va a acompañar durante unos cuantos días«, añade Biener.
Además, vendrá acompañada de una calima con concentraciones muy altas, «que incluso podrían ser perjudiciales para las personas que tengan enfermedades respiratorias«. Además, tampoco es descartable que se puedan producir «tormentas secas«: «Debemos estar alerta por riesgo de incendio«, asegura el experto.
La tormenta seca se forma por el intenso calor que hay en la superficie, por lo que es «típica» de este tipo de situaciones climáticas extremas, ya que este «es suficiente para que crezcan algunas nubes de evolución». Pero la falta de humedad en la superficie lo que provoca es que la precipitación se evapore y lo que quede sea mucha electricidad. «Si alguna otra llega a caer, será en forma de de barro, debido a la calima«, concluye el experto.
