Recuperados 1,5 millones de euros robados a refugiados ucranianos en Torrevieja
Una banda instalaba localizadores en coches de compatriotas con el fin de saber su ubicación en cada momento y poder atracar sus casas
La Guardia Civil ha desarticulado una banda ucraniana que, al parecer, instalaba localizadores en coches de compatriotas con el fin de saber su ubicación en cada momento y poder atracar sus casas en Torrevieja, Alicante, así como en diferentes municipios de la zona.
De esta manera, han conseguido recuperar una cifra cercana al millón y medio de euros, que había sido robada en diferentes incursiones por parte de esta banda en casas de Guardamar, Orihuela costa, Pilar de la Horadada, San Pedro del Pinatar y Catral.
Estas casas eran propiedad de refugiados ucranianos que huyeron de su país natal cuando estalló el conflicto bélico con Rusia, buscando vivienda y refugio. Sus compatriotas, sabedores de su capacidad económica, les siguieron instalando balizas con geolocalización en sus vehículos.
Los primeros detenidos han sido 10 individuos, por lo cual, autoridades de la Guardia Civil no descartan que se produzcan más detenciones en relación a esta banda, y que se incaute más dinero robado.
Así, en esta primera detención se han recuperado cerca de un millón y medio de euros en relojes, dinero en efectivo, y medio millón de euros en sellos, procedentes de una colección. Además, a instancias de los investigadores, el juzgado ha embargado otros 240.000 euros en valor de diferentes bienes e inmuebles.
Identificación de los detenidos y del resto de la banda
De los diez detenidos hasta el momento, se sabe que siete eran de nacionalidad ucraniana y tres procedentes de Rusia, siendo casi todos varones y solo una mujer. Las cuentas bancarias de todos ellos han sido bloqueadas, y siete han ingresado ya en prisión, quedando tres en libertad.
Así lo ha acordado el juzgado de Instrucción número 2 de Orihuela. Cabe destacar que muchos de los integrantes de esta banda también viven en España habiendo huido de la guerra ruso-ucraniana, mientras que dos ya tenían una residencia en Alicante y Barcelona.
Actuaban aprovechándose en su mayoría de mujeres, que venían con sus hijos menores de edad y con grandes cantidades de dinero a España, huyendo del conflicto. Su modus operandi era utilizar vehículos proporcionados por los integrantes rusos de la banda y atracar posesiones de este perfil de víctimas, aunque también llegaron a delinquir en casa de familias de nacionalidad española.
Las balizas de seguimiento que colocaban en los vehículos de sus víctimas eran instaladas, en su mayoría, en centros comerciales, y para poder asaltar las casas sigilosamente utilizaban ganzúas para abrir las diferentes cerraduras de las residencias.