THE OBJECTIVE
El purgatorio

Gloria Lomana: «El feminismo no puede ser una revancha contra los hombres»

La periodista, directora de 50&50 Gender Leadership, afirma «si analizas el voto, España no es un país machista»

«Me llevo muy bien con las personas y también me llevo muy bien con las cámaras, pero porque las miro como si mirara a los ojos de las personas». Gloria Lomana (Madrid, 1969) cuenta con devoción el que es y será su oficio, su modo de vivir, el periodismo y la televisión. Ahora, alejada de la actividad diaria de los medios, trabaja por la igualdad efectiva y justa de las mujeres y hombres de este país, es la presidenta de 50&50 Gender Leadership.

PREGUNTA.- Por empezar potente, ¿hay malas feministas?

RESPUESTA.- Hay feministas que han hecho daño a la causa, que se consideran feministas, pero que yo creo que flaco favor nos han hecho. No podemos argumentar revancha contra los hombres porque las mujeres han padecido una lucha muchas veces que les ha costado la vida, luchando por la igualdad, por los derechos, por el voto, por la educación. Es vergonzoso que se haya tenido que luchar de esa manera, pero no podemos pedir revancha, no podemos ir a eso. Yo pienso que tengo hija, hijo, he tenido un compañero de vida maravilloso. Creo que hay que integrar todo el talento, todas las voluntades, todas las personas y quedarnos con lo mejor de cada uno.

P.- Cuando habla de malas feministas o feministas que hacen daño a la casa, ¿Se le viene algún nombre a la mente? 

R.- Sí, yo creo que hemos tenido una muy mala ministra de Igualdad anteriormente. Que con la ley del sí es sí ha hecho muchísimo daño. Tenemos violadores, agresores sexuales beneficiados y lo peor de todo es que no se ha pedido perdón por eso, no hay disculpas. 

P.- En la última campaña de las generales, Pedro Sánchez, en una entrevista en Onda Cero, llegó a decir que tenía amigos que se sentían incómodos en discursos que se habían planteado desde la confrontación, hablando del trabajo de Irene Montero al frente de ese Ministerio de Igualdad ¿Le pareció acertado no sé si análisis, pero sí comentario del presidente?

R.- Ese es un feminismo de confrontación. Un feminismo que quiere que los hombres se vayan a las cavernas como han estado las mujeres, es un feminismo de confrontación. Yo creo que si algo hemos aprendido del siglo XX es que tenemos derechos humanos, derechos de las mujeres, derechos de los niños. Las guerras mundiales nos dieron esa lección que ahora, pues en algunos momentos parece que queda eso cuestionado. Pero yo creo que no podemos ir hacia atrás, hacia toda la maldad que haya habido en la historia. Debemos de progresar y debemos de mirar hacia adelante, y eso es con la mirada ancha, inclusiva, absolutamente. 

P.- ¿Le molesta la victimización en el feminismo?

R.- Sí, mucho. Yo creo que hay que contar las cosas como han sido, hay que contar cómo ha sido esta conquista lenta de derechos, como ha sido de cruel la historia con las mujeres. Pero yo creo que hay que construir y hay que ir en la línea que marcó hace ya mucho tiempo Naciones Unidas de integrar, como te decía.

P.- ¿El feminismo debe incomodar, debe ser incómodo?

R.- Estamos hablando de cambiar la mentalidad de la mitad de la población, de los hombres y de muchas mujeres también que han creído que lo que les ha sucedido era lo normal, lo que les tenía que suceder y ni siquiera han visto discriminación cuando incluso la padecían. Creo que eso es lo que debemos de interiorizar todos de que eso ha sucedido, y a partir de ahí pues como te digo, construir. 

P.- Una mujer que tiene mucho poder es la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, se puede decir que ha roto un gran techo de cristal, al menos en la política, pero sin embargo es verdad que, lo habrán notado, no es algo que haya sido visto con alegría por mucha parte del feminismo. ¿Entiende eso?, ¿No se debe celebrar que una mujer haya llegado a ser primera ministra en Italia, aunque sea una primera ministra de derecha dura o de extrema derecha?

R.- Hay que celebrar que lleguen las mujeres, pero sobre todo tenemos que celebrar, especialmente las mujeres que ayudan a otras mujeres y no todas ellas ayudan. Hay mujeres que creen que su camino ha podido ser duro y bueno, pues por qué no lo van a recorrer las demás sin ningún tipo de ayuda o de mano tendida, sino que cada uno se busque su hueco. La inseguridad con la que crecen las niñas en relación con su autoconfianza, la búsqueda de la perfección que tenemos muchas veces las mujeres por ese sesgo con el que vamos creciendo de querer ser perfectas.

Ese síndrome de impostora, que se traduce en cuando una luego llega al trabajo y le cuesta aceptar un puesto, en todo esto yo veo que está ahí y que sin embargo hay mujeres que no reconocen que haya que ayudar a las siguientes generaciones, a chicas imparables como yo hago, a otras compañeras para que el camino sea un poco más fácil. Son mujeres más duras y casi todas en general nos entendemos muy bien, identificamos talento, sororidad, compañerismo unas con otras, pero hay algunas que no lo hacen. 

La periodista Gloria Lomana durante la conversación en THE OBJECTIVE – Foto: Victor Ubiña

P.- Se lo pregunto de otra forma, ¿Giorgia Meloni y el hecho de que haya llegado a ser primera ministra en Italia, es una victoria del feminismo?

R.- Es una victoria para que haya mujeres en los puestos de relevancia. Pero será una victoria si esta mujer identifica talento en las mujeres, eso es lo que tenemos que ver. Margaret Thatcher fue una mujer que fue un hito. Fue una primera ministra británica cuando todavía no había primeros ministros, pero hizo todo el gabinete de hombres.

P.- No solamente es que haya una mujer.

R.- No, claro, tiene que haber mujeres que entiendan que hay que posicionarse ayudando a las demás mujeres, identificando. Si las mujeres no han liderado, hasta ahora se nos negaba el liderazgo porque se consideraba que éramos más sensibles o más emotivas o no trabajábamos con esa verticalidad con las que se había trabajado. Bueno, nos ha costado mucho estar en esas posiciones y por lo tanto yo creo que entendiendo cómo es la causa, es muy fácil que una mujer identifique a otra mujer, pero hay algunas que no lo hacen. 

P.- ¿A favor de las cuotas en política y en la empresa privada o pública?

R.- Por supuesto, a favor de todas las políticas activas que hagan falta. Yo digo que si tú te rompes un tobillo, te pondrás una venda, y hasta que no te cures, irás con la venda. Algo hay que hacer. Y de hecho, el progreso que tenemos y el posicionamiento de las mujeres ahora es porque las empresas se han empeñado en identificar y la política también ha sido activa. Es decir, de algún modo se ha visto que este es el camino. Y las mujeres, además no piden de la misma manera que los hombres, porque no nos posicionamos en los mismos términos, de cada cinco hombres que piden promoción salarial o promoción profesional, es una mujer la que lo hace. Dudamos mucho más a la hora de aceptar cuando nos ofrecen algo.

P.- Estando en este Purgatorio, siempre preguntamos por la relación de los invitados con la fe, ¿Es Gloria Lomana una mujer creyente?

R.- Soy una mujer que cree en los valores, en las convicciones, en las personas, en los buenos hechos. Pero las cosas no son blancas ni binarias, a veces tiene en la vida recovecos, y mi relación con la fe tiene recovecos, tiene temporadas. Porque hay cosas que las entiendo a veces mal y me rebelo, soy un poco rebelde.

P.- Es cuestión de carácter.

R.- Si me encontrara ahora con la niña Gloria de 13 años, le diría «no te he fallado». 

P.- Gloria Lomana es la presidenta ejecutiva de 50&50 Gender Leadership, una consultora de comunicación pionera, especializada en programas de igualdad y de liderazgo femeninos. Aunque los lectores recordarán a la señora Lomana por sus muchos años en televisión. Porque estuvo principalmente en Antena 3 como jefa de los informativos durante 13 años, ¿lo echa de menos?

R.- Nada, ha sido muy intenso. Son muchos años ya, pero no ahí, sino que yo comencé a trabajar en el periodismo antes de entrar en la facultad. Entonces, claro, estás 40 años en una profesión, dices ya vale.

P.- Pero sabe que hay gente que se tira 40 años y sigue trabajando todos los días de periodista.

R.- Trabajo todos los días, pero se hacer muchas cosas. Tengo muchas aficiones, trabajo ahora en algo que le pongo mi vida, mi pasión, que trabajaba antes en ello, pero digamos que no tanto como ahora y ahora me lo puedo permitir. Si alguna ventaja tiene la edad es que pues ya no trabajas por obligación, ya tienes a los hijos mayores, ya tienes dónde vivir, ya no tienes una hipoteca y tampoco tienes grandes necesidades y por lo tanto pues trabajas porque te gusta y porque puedes aportar muchas cosas.

P.- ¿Se puede decir que se ha llegado a cansar del periodismo? 

R.- El periodismo es una manera de ser, nací periodista. Podría haber sido arquitecta, que me gusta mucho, como me gustaba la psicología, me gustan muchas cosas. Pero donde hubiera estado mi espíritu era de periodista porque soy curiosa, me gusta conocer historias, me gusta contarlas, soy bastante extrovertida porque si sé algo que me apasiona, pues te lo voy a describir. Y luego, si tú me dijeras qué talento tienes, pues escribir.

Me gusta mucho escribir y yo creo que la mayoría de los periodistas somos escritores un poquito frustrados. Llegamos al periodismo porque nos gustaría estar escribiendo y luego desarrollas el oficio, que es lo que hice yo. Eso es un día tras otro y te vas puliendo y vas sabiendo, vas conociendo, vas aprendiendo de los otros compañeros, tú enseñas lo que puedes. El oficio es muy importante en el periodismo, pero es una manera de ser, o sea que así me voy a morir. 

P.- ¿Qué tipo de jefa es Gloria Lomana?, ¿Cuál es su manera de liderar?

R.- Pues de hablar mucho. Tengo ahora mismo equipos muy jóvenes donde me gusta mucho la frescura, aprender de ellos, porque es que hacen vídeos, comunicamos y lo hacen con una agilidad de la que aprendo todos los días, pero les tengo que enseñar otras cosas lógicamente. Cosas como construir las ideas y saberlas plasmar, a tener una cierta elegancia, a dirigirte a los equipos con más empatía, a veces a pensar que necesitamos comunicación, que a veces en los equipos cuando el equipo falla es por falta de coordinación.

O sea, hay cosas que se aprenden al igual que yo he ido rodando en una profesión, vas aprendiendo en el día a día. En el periodismo, por ejemplo, yo hice la carrera escalón a escalón, o sea, empecé bajísima, haciendo entrevistas y luego hice de todo. O sea, tribunales, sanidad, sucesos, muchísimas noticias y trabajos de regionales, mucha política regional y luego ya vas escalando. Pues esto es igual, o sea, tienes que ir aprendiendo. En la vida se aprende todos los días y el día que no tienes interés por aprender, malo. 

P.- ¿Cómo son sus cabreos como jefa?

R.- No, mis cabreos no son cabreos. No merece la pena cabrearse. En la vida no hay que molestarse por nada más que por lo que merece la pena molestarse, qué es aquello que no puedes evitar.

P.- O sea que se cabrea mucho menos que antes.

R.- De hecho no me cabreo. Si es que no merece la pena llevarte disgustos. Cuando te toca la muerte de cerca, solo eso es lo importante ¿Por qué te vas a cabrear por lo demás? ¿Por qué no puedes tomar una comida porque eres alérgica? ¿Por qué sales a la calle y no te llega un taxi que has pedido a tiempo? ¿Eso es importante? Porque yo creo que a veces las personas construimos dramas donde no los hay. Y yo estoy entrenando la flexibilidad, te lo prometo. Creo que es algo importante. Muy importante. Hay que entrenarlo, se entrena todo en la vida.

P.- Si me permite, con el asunto de la muerte, preguntarle por el fallecimiento de su marido, Josep Piqué.

R.- Prefiero no hablarlo, porque no lo he comentado nada más que para agradecer los homenajes, pero la parte personal no la he comentado.

P.- Solamente le quería preguntar si le ha cambiado la mentalidad o ese modo de afrontar las cosas lo tenía de antes.

R.- Evidentemente eso es un trauma profundo.

P.- ¿Cuál es su labor diaria? ¿Qué hacen diariamente en 50&50 GL?

R.- Hacemos dos cosas que creo que son muy relevantes. Por un lado, visibilizar liderazgos femeninos, mujeres que hay muy notables. Y por otro lado, hacer formación de liderazgos de futuro, chicas imparables, y otro programa que es la mentorización de universitarias o mujeres ante sus primeros empleos que son dos grupos donde no se había posado la mirada. Hablamos mucho de las niñas para que hagan carreras STEM. Nos preocupamos mucho de que haya mujeres en los consejos de administración, pero en la adolescencia o cuando da el vértigo de incorporarme a un trabajo, si no has ganado autoconfianza, que las chicas somos las mujeres mucho más exigentes, pues creo que merecía mucho la pena hacer esto. Entonces la visibilidad de las mujeres es esencial.

Antes te comentaba que reclamamos mucho menos y por lo tanto, pues necesitamos dar autoconfianza, que es lo que hacemos en los programas de chicas imparables y chicas imparables TECH. Y no solamente autoconfianza, sino es enseñar que tú puedes sin límites, que los límites solamente están en tu mente, que te lo puedes proponer, lo puedes hacer. El otro día yo vi el partido de Carlos Alcaraz, es que ese fue el tweet que puse. Los sueños si los trabajas duro se cumplen, tienes que creer en ti, tienes que trabajar, nada en la vida te viene regalado. La vida generalmente te exige, sobre todo para estar en una posición tienes que demostrar que vales para esa posición, Si no, no te mantienes. 

«Hay un feminismo que quiere que los hombres se vayan a las cavernas»

P.- ¿Qué retos diría que tiene España? ¿Qué retos urgentes tiene nuestro país en materia de igualdad?

R.- España tiene los pactos de Estado como gran reto. Nos faltan grandes pactos sobre temas que son urgentes, la educación, por ejemplo, me parece que es brutal que no se haya conseguido una ley de educación en todos los años que llevamos desde la transición hasta aquí. No hemos conseguido una ley que no vaya a derogar el siguiente gobierno que viene, no hemos sido capaces de llegar a un consenso tan básico para formar a niños y a niños que estén encaminados hacia su propio liderazgo. Hacia su autoconfianza, pero sobre todo para apasionar por carreras que no les vayan a frustrar. Estamos diciendo que necesitamos niñas, niños también, pero más ellas en carreras STEM, que es el acrónimo de Ciencias, Matemáticas, Ingeniería y Tecnología.

No tenemos chicas y sin embargo tampoco hacemos por fomentar esas pasiones nada más que decir que ahí van a estar los empleos del futuro y los más remunerados, que eso conviene. Deberíamos de tener un plan. Mientras en India, que ya es el país más poblado del mundo, están lanzando ingenieros y estamos viendo los países del sur global como están apostando por todas estas carreras y generando habilidades en sus niñas y niños, nosotros aquí estamos todavía sin mirar al futuro. Te he nombrado uno de los retos, pero hay muchísimos, lógicamente. Entre otros, pues mira el agua y el calentamiento. Es decir, tenemos, como planeta y como humanidad, unos retos brutales que deberíamos de saber afrontar. 

P.- Hablaba de la educación, ¿percibe que hay chicos jóvenes que están posicionándose en contra del feminismo? Desconozco si es porque se sienten hostigados, señalados o se rebelan ante eso.

R.- A ver, percibo que la lucha que ha tenido una generación o dos generaciones ahora mismo no está siendo tomada o está teniendo continuidad entre los jóvenes, ni en ellas ni en ellos. Creo que nacen ya con la idea de que la igualdad está conseguida, que lo llevan como en sus genes, y eso no es verdad. Está habiendo ciertos retrocesos en las chicas, en las adolescentes, respecto a la permisividad que tienen hacia el control de sus parejas, en el control hacia ellas por parte de sus parejas. Y esto me parece que distorsiona el concepto que tenemos de violencia, eso es acoso, eso es agresión, eso es violencia.

Sin embargo, muchas chicas no lo perciben. Su tiranía también hacia la belleza para exponerse, y como también hablamos de autoconfianza, les genera menos confianza. Y en los niños, sí que hay una corriente que consideran que hay programas para ellos pero no para ellos. Esto debería de estar explicado. Es decir, si queremos una sociedad 50-50, si a un chaval cuando le ofrezcan una promoción o un trabajo va a decir que sí y la chica va a dudar y seguramente no lo va a acoger.

Si siendo ellas más exigentes y teniendo mejores currículums educativos, terminando antes las carreras, haciendo más grados, siendo 60% frente a 40%, ellas frente a ellos, en las universidades con mejores resultados. Y luego, sin embargo, no llegan arriba. Si a los 30 y tantos han abandonado las carreras y siempre se quedan en los puestos intermedios. Algo está pasando para que tengamos que actuar. Y esto se les puede explicar muy bien a los jóvenes y lo entenderían. Esto conecta con lo que te acabo de decir, pero no hay plan.

«Es ofensivo que haya hombres a los que el feminismo les da mucho miedo»

P.- Pero no se les está diciendo.

R.- Claro, de algún modo ellos pueden sentirse agredidos. Caso aparte son los hombres ya creciditos que sí, que te dicen que les da mucho miedo el feminismo. Eso es diferente y sobre todo, enormemente ofensivo. 

P.- Incluso hay partidos, entiendo, que tienen un voto mayoritario de varones jóvenes, un voto que se puede corresponder con un cabreo, por ejemplo.

R.- Pero ahí separaría el cabreo del feminismo o del concepto que tengan del feminismo, que probablemente es un concepto hostil. Pero quien tenga un concepto hostil yo le pregunto ¿Tienes hija? Si tienes hija, no pienses en tu madre, que seguramente la has visto abnegada y ya te parece que eso era así, ni pienses en tu compañera que seguro que ya te va bien si llega, si lo tienes todo resuelto. Piensa en tu hija que cuando vaya a trabajar en igualdad de competencias tenga menos salario, piensa en que cuando tenga una entrevista de trabajo se va a encontrar con un tipo que la va a mirar obscenamente como si fuera normal.

Piensa que cuando vaya a cruzar un parque tenga que ir conectada o le vas a decir que tiene que volver a las 22:00 de la noche, cuando si fuera un niño probablemente le dejaras un poco más. Porque la vida de una niña es así y todavía es así. Pero sobre todo desde el punto de vista, si analizamos las brechas de esas discriminaciones, siguen siendo así. Y por lo tanto, yo no creo que ningún padre quiere eso para su hija. Y feminismo con la RAE, con el diccionario en la mano, es igualdad de oportunidades para mujeres y para hombres. Es así, es esto así de sencillo, no sé quién no quiere eso para su hija.

La presidenta de 50&50 GL se sienta en El purgatorio – Foto: Victor Ubiña

P.- Por supuesto, lo que pasa es como se engloban tantas cosas en el feminismo y se además se mezcla en la lucha política.

R.- Claro, porque hay un feminismo de confrontación que cree que solamente pueden reivindicar la igualdad las mujeres, y echar a los hombres fuera. Eso genera hostilidad, pero me la genera a mí, porque, entre otras cosas, yo me pregunto ¿Por qué todas las mujeres tenemos que ser quienes llevemos la carga de esta mochila para conseguir la igualdad? ¿Por qué no la consiguen los hombres? Pues incorporemos a los hombres, pero si es que es lo razonable y sobre todo cuando los hombres quieren y cuando no quieren, hay que afeárselo. Hay que afearles a los tipos a los que tú te dirigías.

Eso es completamente inadmisible, porque estamos hablando de una causa absolutamente justa. La igualdad va a ser la revolución cultural del siglo XXI, es la mayor revolución cultural, es un cambio de mentalidad. El otro día me decían que parece que estamos perdiendo valores con relación a antes, pero creo que la sociedad siempre va para adelante. Hay que pensar que siempre vamos progresando, porque si no nos vamos hacia el medievo y acabamos con las brujas y las mujeres en la hoguera. O sea que vamos a mejor. Y en el XIX no había voto para las mujeres. Vamos a mejor. Pero hay que recordarlo todavía, aunque sea una pesadez.

P.- ¿Sigue siendo España un país machista? 

R.- Hay machistas por ahí, pero estos es que son imposibles ya, pero si analizas el voto, la inmensa mayoría no lo es. Probablemente por postureo, porque no le conviene, porque ya no se lleva tanto, porque se los vamos a afear.

P.- ¿Hay feministas de postureo?

R.- Es que de postureo hay muchas cosas, hay de todo. Pero el caso es que esos hombres lo hagan y lo apliquen, lo promocionen y que lo apoyen en sus empresas. Y que cuando tienen que hacer planes de sucesión en una empresa, tengan en cuenta en esas ternas que haya alguna mujer. Que se fijen en las mujeres y les den esa voz, que si no ellas muchas veces no la toman.

P.- ¿Veremos una presidenta mujer en España?

R.- Espero que sí. Estamos viendo a la Princesa de Asturias súper preparada, ya nadie duda en la preparación de una mujer para ser reina o para ser primera ministra. Lo que pasa es que hasta ahora solamente hemos tenido perfectas segundas, que es un poco la posición de las mujeres, pues en la empresa, en la política, en la sociedad. Falta todavía, pero no hay que desfallecer. Lo importante es seguir. Esto es una lucha que lleva muchos años, y ahora yo te digo que si comparas cómo vivían las madres, cómo vivían mi madre y yo veo cómo vive mi hija, es un mundo. O sea que nada de victimizarnos, como te he dicho antes. Pero sí que hay que seguir peleando. 

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