Jano García: «El líder de la oposición en España se llama Nacho Cano»
El economista y analista político asegura que «Sánchez solo se irá, y no descarto verlo, si lo detienen en la Moncloa»
Jano García (Valencia, 1989) sigue fumando. Ya vino con el pitillo encendido cuando acudió, hace más de un año, a El purgatorio y ahora espera en la puerta terminando de consumir el cigarro. En realidad, pese a lo que pueda parecer, este economista que reúne una legión de seguidores no se da aires de gran importancia, sabe que lo que hagamos hoy acabará caducando pronto. Eso quita peso, te desinfla el ego y no te deja cometer acciones como poner un comunicado para anunciar tu marcha de una red social. Acaba de publicar ‘El triunfo de la estupidez: por qué la ignorancia es más peligrosa que la maldad’, y no quiere hacerlo desde una superioridad, todos somos estúpidos de alguna manera. Algunos más que otros, todo sea dicho.
PREGUNTA.- Estamos en días posteriores a la reapertura de Notre Dame, qué bonito fue el acto y nosotros, España, sin representación, no hemos mandado a nadie.
RESPUESTA.- Claro, porque es una cuestión religiosa, entonces eso no puede ser, si hubiese sido algo del Ramadán, alguna celebración, hubiesen sido los primeros en acudir, desde luego, pero esto no.
P.- Sé que es usted navideño, porque además le gusta la familia, ¿es de evitar la política en las comidas de Navidad?
R.- Siempre. La gente cree que estoy siempre hablando de política y en absoluto, hablo mucho de política, obviamente, porque me dedico a hablar de política, pero no, no discuto. Tengo muchos amigos que son muy contrarios a mis ideas, pero discutir me parece una pérdida de tiempo, no he conocido nunca jamás ningún caso en el que dos personas se hayan puesto a discutir y el otro acaba diciendo «espera, tienes razón, ya voy a cambiar de opinión».
Si cambia de opinión, cambiará con el tiempo, no porque tú le estés avasallando con argumentos, entonces no, no discuto. Pueden decir cualquier barbaridad, no entro en eso, oye cada uno tiene su opinión. Eso es lo bonito también de la Navidad, que te obliga, te fuerza a estar con personas que quizá no son de tu agrado, lo bonito de la familia.
P.-A Jano García puede que usted lo haya visto en ViOneMedia presentando En Libertad.
R.- Estoy super contento y además estamos varios, son varios programas, yo llevo el de política, que es de lunes a jueves, actualidad política. Luego hay una historia con Alberto Garín, está uno de periodismo de investigación con Rubén Arranz, de Economía con Manuel Llamas, El Refugio, La Taberna Ilustrada, somos unos cuantos. Hay hueco para todos.
P.- Cómo estamos en la fachosfera, tenemos que unirnos.
R.- Claro, si la oposición en España es Nacho Cano y luego tienes a los youtubers para este tipo de cosas y poco más.
P.- (ríe) ¿Cómo está la oposición en España?
R.- El líder de la oposición para mí, de verdad lo digo, es Nacho Cano, aunque oficialmente sea Alberto Núñez Feijóo, que dice «hay que ofrecer una alternativa al sanchismo», no nos ha dicho todavía cuál es la alternativa, dice «no voy a pactar con Bildu», vale, y qué más, señor Núñez Feijóo, porque si esa es toda la alternativa… Y luego tienes a los de Vox que están muy centrados en a ver si consiguen cargarse al Partido Popular.
Yo coincido en muchas cosas con VOX, eso sí, en el cómo no coincido, pero hay que ser inteligente, al final si juegas al juego democrático todo es puro relato, no es tanto los datos, no es tanto los hechos, desgraciadamente es el relato. Ahí está Sánchez con el relato de que viene la extrema derecha, hay algunos que creen que Feijóo es una especie de Mussolini, tienen que estar delirando para llegar a esa conclusión, pero eso es de lo que vive.
P.- ¿El Partido Popular le sigue pareciendo una especie de PSOE marca blanca?
R.- No y sin especie, el PP es «nosotros somos lo que el PSOE de Felipe González», defendemos la unidad nacional y todas estas cosas, pero adaptado, el 2.0, «somos el PSOE de Felipe González 2.0», hay que ser a favor de la violencia de género, sí, la cuestión del aborto, por supuesto, tenían presentado un recurso y están pidiendo por favor que no les den la razón, es que eso para mí define perfectamente lo que es el Partido Popular, un recurso que presentaron hace años, pidiendo por favor que no le den la razón. Eso es el PP, o sea, es la encuesta, es el poder, es este tipo de perfiles que les da exactamente igual qué es lo que pasa con tal de estar ellos en Moncloa.
P.- ¿Ante eso se siente huérfano políticamente? ¿No tiene ilusión por ningún candidato, ningún partido, ninguna opción?
R.- Parto de una premisa, nunca me ha ilusionado ir a votar a uno u otro candidato, siempre voto por el mal menor. Obviamente votas por el mal menor, pero no con una ilusión tremenda. Comprendo cuál es el funcionamiento de la política, comprendo cuáles son los actores, comprendo la función de los partidos políticos y obviamente sé que lo que buscan es el poder. Entonces, a partir de ahí, ilusión, no, al revés.
Muchas veces nos centramos todos en los líderes políticos o en los partidos y al final no dejan de ser el reflejo de una sociedad, en el sentido de que hay una sociedad, lo hemos visto ahora con el tema de la inmigración en muchísimos países europeos, como partidos que hace pocos años te defendían «Welcome Refugee». y todo esto es maravilloso, «ay, qué alegría el mundo este multicultural», en cuanto han visto que las encuestas le castigaban, han cambiado completamente su discurso.
¿Qué es lo que te demuestra eso? Oye, que lo importante es lo que piense la población, luego el otro hará lo que la encuesta le diga que es beneficioso ya está. Si Sánchez, por ejemplo, imagínate con la amnistía hubiese bajado el PSOE al 5% de votos, obviamente, «oye, que se acaba el business y todos hubiesen dicho que no, España unida». Al final eso es lo importante, los partidos políticos van y vienen igual que los líderes.
P.- Dice una cosa sugerente sobre Sánchez y su liderazgo en su nuevo libro, básicamente no compra esta teoría de que Sánchez es un genio político. Y es cierto que si el genio lo que hace es lo que ha dicho que no va a hacer, no sé qué genialidad política es. Lo que sería genialidad política, entiendo yo, sería que los que han dicho queremos una amnistía, Sánchez se niega y al final convence a estos para que le apoyen sin tener que votar esa amnistía.
R- Esto además viene mucho de parte de la derecha, que ya empezó con Iván Redondo, «increíble, qué inteligencia, el Maquiavelo del Siglo XXI». A ver, yo escucho eso y veo la repetición electoral y como palma votos, no sé dónde está la genialidad. Igual que a Sánchez sí que le puedo conceder la falta de escrúpulos, la inmoralidad, el hecho de que haya comprendido que hay un porcentaje de la población que pase lo que pase, diga lo que diga, lo van a seguir votando, pero eso no es una genialidad.
O sea, es digo A y luego al día siguiente digo B, qué tío más listo, pues no lo es, tienes una cuadrilla de idiotas a los que les da igual, le siguen votando pase lo que pase, me mientas las veces que sea, me humilles las veces que sea. Pues eso no es una genialidad, es ver que son tontos y él se aprovecha. Aprovecharse del débil a mí no me parece correcto.
P.- ¿Diría que es osado?
R.- No diría tanto. Es ambicioso, cuando le echaron a patadas del PSOE, cogió el coche con Koldo, Ábalos, Santos Cerdán, Iván Redondo y el tío oye se puso ahí con la militancia, que son los más fanáticos. Al final, desde un movimiento inteligente en el sentido de que sé que si recurro a la militancia, que son los más fanáticos, van a comprarme que yo tenga bloqueado el país sine die, es que tendríamos que recordar dónde está la historia. Luego, a partir de ahí, un tío ambicioso, sin escrúpulos, sin moral, vale, ya, fin, no veo nada que diga que tío, que genio. En absoluto.
P.- Jano García acaba de publicar El triunfo de la estupidez, que no sé si es un libro que nace un poco de la rabia o del cabreo.
R.- No, qué va, nace cuando empecé con lo que tú comentabas del programa de lunes a jueves. La política siempre la he seguido mucho y siempre me ha gustado mucho y estás muy pendiente, pero cuando tienes que analizar la actualidad política todos los días llega un punto en el que dices sí, pero ¿cómo puede ser? Piensas que has alcanzado el mayor límite de degradación posible, no, siempre te sorprendes y cada noticia te escandaliza más que la anterior y ves que no pasa absolutamente nada. Entonces ahí es donde dices «oye, ¿qué ocurre?»
«Vox está muy centrado en a ver si consiguen cargarse al Partido Popular»
Tiene que haber algo por lo que todos hemos asumido que esto es así, este sentimiento de resignación, ¿Pero por qué? ¿Por qué ocurre esto? Entonces de ahí es donde nace el libro, para dar explicación a lo que ocurre, que tiene una razón que es mucho más sencilla de la que muchos analistas, porque siempre los análisis políticos se meten multitud de variables, pero nunca nadie habla de la estupidez del personal, nunca.
Y muchas de las cuestiones que hoy en día nos afectan, la respuesta es que es estúpido. Entonces son comportamientos propios de un estúpido, no pasa nada, es un componente humano más, como tantos otros. Pero no es la rabia, al revés, es una manera de intentar comprender por qué ocurre y así consigues no enfadarte tanto, porque yo reconozco que al principio si te enfadas, y al final te das cuenta que no hace falta.
P.- ¿Es peor un estúpido que un malvado?
R.- Totalmente, sí, que sería de Pedro Sánchez, de todas sus mentiras y todas sus tropelías si no tuviese un 30% de la población con derecho a votar que lo respalda. No sería nada, habría heredado las saunas gays del suegro y estaría repartiendo toallas, poco más ¿Qué sería de María Jesús Montero? Pues estaría vendiendo, no sé, en algún mercadillo de segunda mano, algún artículo.
Todos estos perfiles como Yolanda Díaz o sea, esta gente si no tuviese un porcentaje de votos, 3 millones de tíos votaron a Yolanda Díaz. Mira que puedo entender perfectamente que alguien votase en su momento Anguita, ¿pero a Yolanda Díaz? Es una cosa disparatada, entonces, claro, toda esta gente ¿de qué vive? ¿De qué se nutre? De la estupidez, ese es su principal alimento.
P.- ¿La estupidez ha ido a más con el paso de los años o es una cosa inherente al ser humano?
R. Parto de una idea y es que la mayoría, incluido yo, que no he escrito el libro diciendo «mirad qué listo soy», la mayoría somos estúpidos. Doy hecho que cuando fallezcan dos generaciones, nunca más nadie volverá a pronunciar mi nombre, esto es lo que nos espera al 99,9% de la población.
Es duro, pero es la realidad, aunque la gente se da mucha importancia. Entonces partiendo de la premisa de que todos somos así, pues creo que hacía falta intentar dar respuesta a por qué pasa lo que pasa, por qué tenemos los políticos que tenemos y a qué obedece la estupidez.
P.- Escribe: «Hoy en día la masa se ha convertido en la mayor fuerza a la que todo aspirante a gobernante debe dirigirse si quiere ostentar el poder. Ella es la que decide, la que quita y pone gobiernos y la que en última instancia decide lo que es tolerable y lo que no». Aquí tengo una crítica, no creo que sea la masa la que decide lo que es tolerable, sino creo que es el gobernante el que dice «esto es tolerable».
Y con Sánchez y la amnistía tenemos un buen ejemplo, lo que antes para la gente era intolerable, cuando Sánchez cambió el discurso, con la ayuda de su equipo de opinión sincronizada en medios, casi la gente acaba aceptando la amnistía, por necesaria. Pero veo que no está de acuerdo con mi argumento.
R.- No, siendo así, que muchas de las ideas digamos que nacen de arriba, la masa no se levanta por la mañana y «ahora somos todos súper feministas», no claro, todo eso viene de arriba. Ahora bien, que se aplique o no depende de si la masa lo tolera o no lo tolera. El ejemplo de la amnistía, aquellos que estaban en contra de la amnistía repetían hasta el propio argumento de Pedro Sánchez y de los ministros, estos mismos cambian de argumentó ¿Cuál es el argumento que se le da a esa masa estúpida para que digan de verdad que la amnistía era fundamental? Que viene la ultraderecha, ese es el único argumento. Toda la tesis sanchista se basa en la política del miedo, en el sentido de crear un enemigo que es ficticio.
¿Por qué toleran eso? Porque en realidad tienen un argumento para decir «Ah, vale, esto está bien». Lo vemos ahora con algunos casos de corrupción, ¿Que estaría ocurriendo con esas mismas personas que están ahora hablando de que van a por la pobre mujer del presidente, si cambiamos la situación? Imaginemos un gobierno del Partido Popular y Vox, imagina que el presidente fuese Feijóo o no, tuviese a su mujer imputada, su mano derecha imputado, al fiscal general del Estado, que se supone que tiene que perseguir los delitos, imputado por haber presumiblemente haber cometido uno, imputado el hermano, toda la tropa. Obviamente el gobierno hubiese caído ¿Por qué no cae? Porque esto es lo que te dan es un argumento estúpido y absurdo de que en realidad lo que hay es lo lawfare y que esto es un movimiento de la ultraderecha.
«El PP es el PSOE de Felipe González, pero 2.0»
Movimiento que hasta María Jesús Montero ha calificado en algún momento de golpismo judicial, ¿Quién se puede creer esto? Un tonto de baba, porque si no, es que es inexplicable, entonces por supuesto que sí, es la masa la que lo tolera o no lo tolera, Que tú le puedes cambiar el discurso, claro, pues ahora vivimos en un mundo en el que todas estas ideologías modernas, para entendernos, las han asumido, porque la manipulación de masas es muy sencilla
Hay una frase que se dice mucho que es dato mata relato, es falso, ojalá fuese así. Tú mañana pillas el caso de las pensiones en España, mañana puedes coger los números que son matemáticas. Es que no es opinable. El sistema funciona, para empezar, como una estafa piramidal, un sistema Ponzi. Aparte de eso, es un sistema que está quebrado, no solo eso, sino que además es insostenible, solo tiene que ver usted la pirámide demográfica y esto es evidente que es insostenible. De cada 2 € que gasta el Estado 1 € va destinado a pensiones, es la mayor partida presupuestaria.
Sin embargo, el relato es el contrario. Es por un lado, la parte de la izquierda te vienen con el escudo social, cómo vas a hacer que los pensionistas se queden sin pensión y vamos a morir todos, es un gran avance lo que hemos conseguido. No, se está estafando a millones de personas, pobres pensionistas, obviamente no tienen la culpa de estar obligados a entrar dentro de ese sistema. Pero esto es una estafa, este rollo del escudo social y todas estas movidas es falso.
Y por otro lado, digamos, la parte de la derecha es «que quiten los coches oficiales» y «que quiten el Ministerio de Igualdad», que sí, que estoy a favor. Vale, vamos a quitar el Ministerio de Igualdad, que tiene 500 millones de euros de presupuesto. Vale, con eso se pagan las pensiones un día y medio ¿Qué hacemos con el resto de días? Pero aun así, aunque tú estés continuamente demostrando datos de «Oiga, señores, esto es un fraude y es una estafa».
La gente prefiere ignorarlo ¿Por qué? Porque eso supondría que, desgraciadamente, los pensionistas actuales verán cómo su pensión se ve reducida e ir mirando un sistema de capitalización basado en un sistema mixto. Pero esta es una cosa que va a medio largo plazo y seguro que alguno ya se ha aburrido. Y al final son argumentos estúpidos y absurdos que van en contra, como digo, de las matemáticas. Es como si estuviésemos discutiendo si dos más dos son cuatro o no.
P.- Hay una cuenta en X que es maravillosa.
R.- Sí, la he visto.
P.- Se llama Días de Pensiones en España y escribe, por ejemplo, «los beneficios netos de Apple del año 2024 darían para pagar cinco meses y 18 días de pensiones».
R.- Ahí lo tienes, y es que ponen ejemplos muy concretos que todos entendemos, porque tú dices 140 mil millones de euros y son cifras que se te escapan y es tanta la cantidad, una magnitud tal que la gente no acaba de pillarlo.
P.- ¿Hay un problema con el estado del debate público? ¿Un debate público estupidizado?
R.- Es que yo hago el símil con el coste de oportunidad, o sea el coste de oportunidad es que el tiempo que tú estás dedicando a ver los Presupuestos Generales del Estado, estás dejando de hacer otras cosas, que puedes irte con tus amigos o irte con tu novia de viaje. Entonces, evidentemente la inmensa mayoría de la sociedad no se pone a ver los presupuestos General del Estado y analizarlos con detalle, pero lo entiendo, a mí la verdad que me horrorizaría vivir en una sociedad en la que todos estuviésemos hablando de presupuestos del Estado. Cuando tú empiezas a hablar de sistema mixto o sistema de capitalización, cuando empiezas a hablar de todo esto, a la gente se le escapa, igual que no ha tenido tampoco impacto la cuestión del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional.
«Puedo entender que la gente votase a Anguita, pero ¿a Yolanda Díaz? Es disparatado»
Son como nombres que son aburridos de entrar en el asunto, mientras que un concejal del PSOE o un diputado se ha ido de putas, eso lo entiende todo el mundo. El debate está más centrado en lo que es el Sálvame político y el impacto que tiene. Desgraciadamente, porque esto es así en el gobierno sanchista la erosión viene más por el lado de la corrupción que no por la cuestión de la amnistía, que es lo que debería ser un escándalo mayúsculo.
Primero estás asumiendo la tesis de tipos siniestros y repugnantes como Puigdemont y compañía, de que España es un Estado opresor que ha estado persiguiéndolos ilegalmente. Pero claro, no es lo mismo el indulto, que es a ti te condenan y yo te perdono. La amnistía es que yo te pido perdón, España está pidiendo perdón a Puigdemont. Eso es lo que debería ser un escándalo mayúsculo. Sin embargo, como es la amnistía y entra el Tribunal Constitucional, luego que si Europa, que si el Supremo, se empieza con todos estos nombres extraños y ajenos a nuestro día a día.
Imagínate que mañana descubrimos que Pedro Sánchez tiene en República Dominicana 5 millones de euros que los ha robado con los rollos de las comisiones y tal, todo el mundo diría que es intolerable. Pues sería menos grave eso que la cuestión de amnistía, lo que pasa es que lo otro lo entendemos todos. Hasta el más bobo comprende lo que es llevarse la pasta, irse y llevarse el dinero a República Dominicana, eso lo entiende todo el mundo.
P.- La corrupción política, que no es solamente lo monetario, también es votos a cambio de algo como una rebaja penal o un indulto generalizado. Oye, no es condenable judicialmente, estamos de acuerdo.
R.- Para mí es la peor corrupción de todas, la corrupción moral.
P.- También le leo: «son numerosos los ejemplos de cómo una nación ha resultado empobrecida y denigrada a través del voto democrático, porqué la mayoría de las personas llamadas a votar son estúpidas». A lo que me sale preguntarle, ¿Pondría examen para votar?
R.- No, si creyera en la democracia, que no es mi caso, pero si creyera en ella, creería con todos sus pros y sus contras, con todas sus consecuencias ¿Quién determina si puedes o no puedes votar? Porque hay algunos que hablan por los que tengan un título universitario, prefiero un analfabeto que aplique el uso de la lógica y de la razón que no un académico urbanita deformado por la cultura y por los títulos universitarios.
De verdad que prefiero un analfabeto antes que un académico urbanita, que además lo vemos, si son los salen de las universidades de las grandes ciudades los que están destrozando el mundo rural. No pondría bajo ningún concepto ningún tipo de examen. Como no creo en la democracia, no soy demócrata, pues a partir de ahí me parece absurdo ese tipo de argumentos sobre quién puede o no votar.
P.- También menciona los sentimientos: «La envidia es un sentimiento perverso, nocivo y trágicamente común en la mayoría de los mortales. Pero no todos envidian al prójimo con la misma intensidad que lo hace la masa española. Es un mal que aflige no solo a los españoles, sino más bien a todos los pueblos hispanos».
R.- Bueno, los clásicos griegos en su momento abordaban mucho el asunto de la envidia, que es un componente muy humano y para mí es el peor pecado de todos, porque una persona envidiosa, igual que a lo mejor la ira no necesita un razonamiento detrás, la envidia sí. O sea, el envidioso primero tiene que observar a su alrededor, fijarse en una persona y razonar porque le tiene envidia, porque es rico, porque es más guapo, porque es más alto o por cualquier tipo de cuestiones que ya, como digo, dependen de un razonamiento previo.
Y luego no solo eso, sino que además la envidia luego te lleva a cometer muchos males, porque una persona envidiosa con tal de verte mal está dispuesta a mentir, a engañar, está dispuesta incluso a matar, está dispuesto a hacer todo tipo de actos para conseguir su objetivo, que no es estar como tú. Y España es un país tremendamente envidioso. Cualquier persona que tiene un mínimo de éxito siempre está a la sombra de la duda de cómo habrá conseguido ese éxito, seguro que no lo ha hecho trabajando. Seguro que a través de contactos, habrá algún chanchullo.
«El sanchismo se basa en la política del miedo»
P.- Eso de no creer en la democracia, que ha mencionado antes, ya trajo cola la última vez que estuvo en El purgatorio.
R.- No lo entiendo, es una cosa estúpida cuando dicen «soy demócrata», al igual que dirán «soy constitucionalista». O sea, pero qué razonamiento tan estúpido es ese ¿Cómo que eres constitucionalista? ¿Cuál? ¿La Constitución venezolana? La Constitución no deja de ser un texto. Yo seré constitucionalista en función de lo que diga la Constitución, de hecho es uno de los grandes problemas que tiene la derecha española, que es muy corta intelectualmente en el sentido que ellos dicen la España constitucional, ¿qué pasa, si no es constitucional no es España?
O cuando atacan a la amnistía diciendo que es inconstitucional, ¿Qué basura de argumento es ese? Si el día de mañana el Tribunal Constitucional dice que es constitucional, ¿quieres decir que estás a favor de la amnistía? O vamos a suponer que Pedro Sánchez tuviera una amplia mayoría en el Congreso y hubiera conseguido reformar la Constitución por los cauces legales y que en referéndum la inmensa mayoría de ciudadanos hubiesen apoyado la amnistía. Entonces, ¿te parecería bien? O sea, piensas en el cómo, no en el qué.
Y eso es lo mismo que el que dice yo soy demócrata. Puede tener buenos resultados, resultados malos, pero es una forma de gobierno como tantas otras, que puede traer cosas buenas o cosas malas. Parece que es algo lógico, luego tú dices esto y la gente piensa que quieres que venga un dictador a fusilar al personal. No puedes estar todos los días desmintiendo eso, que se lean el libro.
P.- Hay una idea que me surge cuando la oposición, a voz en grito, denuncia que Sánchez ha desmontado el régimen del 78. Claro, si Sánchez, teniendo una mayoría mínima, ha desmontado el régimen en cinco años o en seis años, me sale pensar que igual es que no estaba tan bien planteado. No había tantos, como dicen los estadounidenses, ‘checks and balances’.
R.- Bueno, los americanos que también se ponen de ejemplo y mira Biden que está indultando a su hijo. Pero la perfección no existe, no es cosa humana. Entonces es absurdo pensar que de la imperfección puede nacer la perfección, que es un poco en ese mundo. El libre mercado tiene fallos, claro, como no los va a tener. O si eres monárquico, te puede tocar un rey malo, claro, sí, Entonces, a partir de ahí, ¿Tú de verdad crees que Torcuato Fernández Miranda en algún momento iba a imaginar que en España iba a estar María Jesús Montero llevando las cuentas de la Nación?
Es que se lo cuentas y no se lo cree, es imposible. ¿De verdad piensas que ellos imaginaban que en algún momento la sociedad española iba a ser tan enferma, tan sectaria y tan fanática que iba a estar a favor de una amnistía a unos tipos que han intentado destrozar la nación española o que iban a estar a favor de que tuviesen una hacienda propia que va en detrimento de todos los demás? Evidentemente no.
Entonces, claro, cuando se elaboró la Constitución, en su momento se hace acorde a una idea de que el pueblo español tiene una serie de límites que ni siquiera puedes llegar a imaginar. Pero ya no te hace falta que vayamos hace tantos años, hace 15 años te cuentan todo lo que ha pasado y no te creerías la mitad de las cosas. A partir de ahí claro que la Constitución tiene problemas. El Tribunal Constitucional, por ejemplo, ¿qué es esa basura? Esa basura donde Conde Pumpido dice yo voy a aprobar esta ley de amnistía que está impuesto por el PSOE, es un tribunal político y corrupto, hay que decirlo, un tribunal corrupto moralmente.
P.- Hablaba antes sobre las pensiones. Sobre dinero público hay una manía de los políticos que a mí me enfada mucho, cuando hablan, por ejemplo, de libros de educación secundaria gratuitos. No, miren ustedes, no son gratuitos. Y no soy ningún neoliberal que no quiere un estado, pero tampoco quiero que mientan a la cara. Gratis es que lo pagamos nosotros.
R.- El desprecio que hay por el dinero público en España es muy curioso. En muchos otros países el hecho de que un diputado haya malgastado 15 libras supone la dimisión. Te voy a poner el ejemplo de Radiotelevisión Española, es legal, y tiene 1.300 millones de euros de presupuesto. Legalmente se cumple, claro, pero ¿eso acaso no es corrupción? ¿Qué narices hace una televisión pública? 1.300 millones de euros para colocar a Angélica Rubio, a este de Junts que no sabía ni jurar el cargo que tuvo que sacar un papel para leer cuatro frases, y están cobrando más de 100.000 € anuales pagados con nuestro dinero.
Es legal, pero como digo, la peor corrupción es la corrupción moral que permite y tolera este tipo de prácticas. Y el día que en Valencia están todavía ahogándose y muriéndose cientos de personas, estos tíos dijeron que no, que se votaba en el pleno la renovación del consejo de Radiotelevisión Española. Un pueblo que tolera eso, un pueblo que no ve eso y no se lanza a quemar el Congreso es un pueblo que está muerto, pero completamente muerto.
Y los gobernantes lo saben, y es que no hay límites y van poco a poco, poquito a poco, cada vez normalizamos más lo anormal, y así es como se degradan los países. Porque un país es civilizado por el funcionamiento de las instituciones, y de las instituciones españolas es que prácticamente no queda ninguna que esté sin corromper ninguna. Y no me refiero económicamente, me refiero moralmente, que es la peor de todas.
P.- La sensación que hemos tenido con la DANA y sobre todo la que ha debido tener la gente de Valencia es que la política ya no se trata de gestionar, se trata de controlar el relato. Alberto Olmos escribió en X, a raíz de que el Ministerio de Defensa colgara un vídeo asegurando que el Ejército había estado en Valencia desde el minuto uno: «Una cosa que he aprendido con la DANA es que al PSOE se le da mal el presente. Necesita que transcurra el tiempo para producir realidad. Bastan 2 semanas. Entonces el pasado se vuelve maleable. Se puede ya decir cualquier cosa. Y se repite sin cesar».
R.- Este libro está escrito antes que la DANA de Valencia, pero es el ejemplo perfecto de porque un estúpido es más peligroso que un malvado. Por un lado tienes al estúpido de Mazón, que ya todos sospechábamos que era idiota, no sabíamos que tanto y luego tienes al malvado de Pedro Sánchez. Cuando ocurre la tragedia te encuentras a un incompetente que no por maldad sino porque es que es tonto, como es el caso de Mazón, es incapaz de reaccionar.
Llega Pedro Sánchez después de que estaba en la India cuando pasó todo esto, él estaba con su mujer en Bollywood y haciendo que es la primera dama. Llega Mazón lo recibe cuando viene habían enviado 500 militares para 70 municipios afectados. O sea, unos ocho militares para cada municipio afectado. Cualquiera que haya estado ahí se da cuenta, ¿pero eso a quién en su sano juicio le puede parecer suficiente?
Mazón le da las gracias a Sánchez, al día siguiente llega Marlaska, y Mazón le vuelve a dar las gracias. Porque Mazón, como es imbécil, quería que nadie se enterase, que se crean que ha sido una riada y aquello, solamente con ver las imágenes, era como una mezcla de un tsunami y un bombardeo, una cosa apocalíptica. Así, calle tras calle, municipio tras municipio, envían 2500 militares 72 horas después. Claro, si no te toca esto con un tonto de baba como Mazón, otro hubiese dicho «oiga, aplique usted la emergencia nacional y con emergencia nacional, venga usted aquí con todos los militares que pueda».
Ahí tienes el perfecto ejemplo de cómo el malvado dice «este es idiota, me voy a aprovechar y vendo el relato». Y ahora las únicas manifestaciones que se han convocado han estado pidiendo la dimisión de Mazón, que tiene que dimitir pero por idiota, el otro por malvado perverso porque podría haber hecho aplicado la emergencia nacional. Es más, si en el gobierno hubiese estado Ximo Puig o uno del PSOE, lo hubiera hecho, sin duda. Pero como lo que funciona y la batalla es el relato, le da exactamente igual, incluso los muertos. Y esta es la realidad.
P.- De cara al 2025, que ya estamos a punto de comenzar. ¿Tiene previsiones sobre qué será de Pedro Sánchez?
R.- Sí, mi vaticinio, que no sé si lo confundo con un deseo, es que Sánchez solo se irá y no descarto verlo, que lo detengan en la Moncloa. La Guardia Civil entrando a detener a Pedro Sánchez en Moncloa, porque incluso aunque lo imputasen, él seguiría. «Esto es lawfare, y el tiempo va a demostrar que esto es mentira y estas son cosas de los jueces que están atacándonos, la ultraderecha, golpistas, el Poder Judicial».
Sánchez va a acabar muy mal, siempre creo en la justicia en el sentido que a cada cerdo le llega su San Martín. Estoy convencido de eso, y si de verdad me dices que un macarra fantoche como Pedro Sánchez es capaz de desmontar una nación como es España, pues que la desmonte cuanto antes para volverla a reconstruir, pero dudo mucho que podamos.
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