THE OBJECTIVE
Actualidad

Las marcas ponen botones para desactivar las ayudas a la conducción porque son molestas

Es tal la cantidad de estímulos extra emitidos, que acaban saturando los sentidos de los conductores

Las marcas ponen botones para desactivar las ayudas a la conducción porque son molestas

Botón para desactivar las ayudas a la conducción.

Son un tostón. Desde el 7 de julio de 2024, todos los coches vendidos en la Unión Europea han de llevar de manera obligatoria una cascada de sistemas de seguridad aplicada a la conducción. En general, funcionan bastante bien; en algunas marcas mejor que en otras. Pero la retahíla de pitidos, alarmas, luces parpadeantes e iconos ininteligibles son tan molestos que los conductores están optando por suspenderlos.

Los llamados ADAS, impuestos por las autoridades de Bruselas para que nuestros trayectos en coche sean más seguros, se tornan en una molestia y se acaba haciendo caso omiso a algo dispuesto para protegernos. Es tal la cantidad de estímulos extra emitidos, que acaban saturando los sentidos de los conductores.

Europa impuso a los fabricantes la obligación de equipar sus modelos con tecnologías como el asistente inteligente de velocidad, la frenada automática de emergencia, el sistema de mantenimiento de carril, o el detector de fatiga y falta de atención del conductor. Las autoridades creen que gracias a todas ellas, se salvarán hasta 25.000 vidas y se eviten 140.000 heridos graves de aquí a 2038.

El cálculo apunta a que toda esta tecnología va a reducir los accidentes graves en un 40 %, y probablemente así sea. Sin embargo, la conducción normal, y dentro de las reglas establecidas, ha pasado de ser algo placentero a en muchos casos una experiencia atosigante y repleta de fricciones. Muchos analistas creen que incluso se puede perder la atención sobre la marcha, porque distraen y añaden una fatiga innecesaria a la persona que va al volante.

Si pasas por una calle estrecha, el sensor detecta los coches a los lados muy cerca y saltan alarmas o hasta pueden hacer vibrar el volante. Superar los límites de velocidad establecidos, aunque sea para adelantar, hace que algún piloto o campanilla acabe sonando. Mover el coche de la trayectoria idónea, aunque sea para ver mejor antes de adelantar viajando tras un camión, hará que el volante vibre si no has puesto el intermitente, lo que añade una tensión extra a la maniobra. Una situación frecuente, aunque equívoca, es la de rodar en autovía a la velocidad señalada y si el sistema detecta por error una limitación en una incorporación, disparará un aviso al conductor que va a una velocidad excesiva aunque sea perfectamente legal.

El comunicador Eduardo Arcos, en su canal de Youtube, hace un símil bastante elocuente. Afirma que la conducción a cuenta de la normativa europea se ha vuelto como navegar por Internet. Entras en una web, y aceptas las cookies, luego eliminas la posibilidad de registrarte, quitas la opción de suscribirte a las newsletters, detienes el vídeo publicitario que se ha disparado de forma automática, y puede que hasta un banner con unas palabras del patrocinador. Al final de este tedioso proceso, podrás leer una noticia sobre un tema de actualidad; lo que antes era agradable, ahora se ha vuelto árido e incómodo.

Los fabricantes suelen ser muy buenos en términos de usabilidad. Antes de implementar cualquier tecnología, hacen miles de pruebas para estudiar qué resultado obtendrán sus clientes. Así que se atisba que la batalla entre los reguladores y las marcas ha debido ser grande a la hora de que les permitan instalar botones que desactiven al menos las alarmas.

Algunas marcas, conocedoras del terreno que pisan y la respuesta que iban a tener los usuarios, han decidido poner botones que suspendan algunas de estas funciones, o al menos sus alarmas. Esto funcionará de manera temporal; he aquí las manos de las autoridades. Una vez que el motor térmico, híbrido o eléctrico se detenga, el sistema se reinicie, y todo vuelva a estar activado cuando se arranque de nuevo.

Cada vez que alguien quiera subirse a su vehículo y no desee que los ADAS y sus alarmas lo sigan perturbando, ha de suspender de nuevo todo aquello que entiende que le sobra. El problema es que esto lo hacen algunas marcas de manera sencilla, y no todas. La UE permite que haya forma de desconectarlos, pero luego cada firma decide cómo.

Un botón que debe costar muy caro

En muchos casos no hay un botón genérico, sino que hay que bucear en menús y submenús dentro de pantallas táctiles cuando se sube al coche y se va a iniciar un trayecto. No es el caso de Renault o Hyundai, que cuentan con botones personalizados, Dacia con una opción parecida a través del pulsador «My safety», o BMW y KIA con soluciones afines.

El problema no son los sistemas en sí, que ciertamente ayudan a hacer más segura la conducción, sino sus alarmas o la inutilidad de algunas funciones en según qué situaciones. Se tercia la llegada de la suspensión de algunas con la ayuda del posicionamiento GPS, por ejemplo. Muchas marcas de deportivos pueden memorizar el paso de badenes o resaltos frecuentes, y suben su morro para no golpearlos con los bajos de forma autónoma y programable. Determinados sistemas muy útiles en carretera, podrían suspender sus funcionalidades en zonas vecinales, calles estrechas o parkings.

Una aplicación mejorable

Lo errado es la fórmula de aplicación, en muchos casos determinada por unas regulaciones pensadas con una buena finalidad, pero pobre implementación de acuerdo con su uso. La Unión Europea ha desplegado su plan «Vision Zero», que busca eliminar muertes y lesiones graves en carretera para 2050, pero se ha dejado atrás al eje de todo: los conductores y su experiencia al volante.

Desde el mismo día del nacimiento de la automoción, las marcas se han esforzado en crear coches seguros. Al igual que con la electrificación, donde las autoridades han querido correr más que el mercado, estos sistemas requieren de una mejor comprensión por parte de los reguladores, o acabarán siendo rechazados. Tanto que en los concesionarios, los compradores preguntan «¿y todo esto, dónde se apaga?». Sonríen cuando les enseñan un botón que cada día tienen más marcas.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D