Al menos un policía herido por un ataque contra la ONU en Colombia
Al menos un policía ha resultado herido este domingo en un ataque a la misión de la ONU en Colombia que supervisaba la extracción de armas de un escondite de las FARC, en proceso de reincorporación, de acuerdo con autoridades policiales, que han atribuido el hecho a disidencias de esa antigua guerrilla o al Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Al menos un policía ha resultado herido este domingo en un ataque a la misión de la ONU en Colombia que supervisaba la extracción de armas de un escondite de las FARC, en proceso de reincorporación, de acuerdo con autoridades policiales, que han atribuido el hecho a disidencias de esa antigua guerrilla o al Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La comitiva del organismo internacional, encargada de supervisar el desarme y la reinserción de los rebeldes tras el acuerdo de paz, ha sido atacada en el municipio de Caloto, en el departamento de Cauca, tal y como ha podido conocer la agencia AFP.
De hecho, el comandante de la Policía de Cauca, el coronel Édgar Rodríguez, no ha dudado en responsabilizar al ELN, único grupo rebelde activo del país y con el que el gobierno negocia el fin de medio siglo de conflicto armado.
«Como resultado del ataque resultó herido un policía de 31 años, que fue trasladado a la ciudad de Cali y su estado es reservado», ha añadido la fuente, que ha precisado que los disparos empezaron cerca de las 8:00, hora local.
El proceso de sustracción del armamento de las llamadas «caletas», que debe finalizar el 1 de septiembre, cuenta con apoyo de la fuerza pública colombiana y en él también participan excombatientes de las FARC, la que fue la principal y más antigua guerrilla de América. El gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, en transición hacia un movimiento político legal, firmaron en noviembre pasado un acuerdo de paz en Cuba tras cuatro años de negociaciones.
Según el gobierno, unos 300 rebeldes no se acogieron al pacto y se declararon en disidencia. Tanto el Ejecutivo como las FARC consideran que estos se mantienen en armas por intereses económicos relacionados con el narcotráfico.