El Aquarius socorrió a 15.078 personas en el Mediterráneo central en 2017

El barco Aquarius, fletado por SOS Méditerranée y operado por Médicos Sin Fronteras, socorrió en 2017 a 15.078 personas en el Mediterráneo central, un 34% más que en 2016, según ha anunciado la ONG en su informe anual, publicado este lunes. Entre los rescatados hubo 3.452 menores, de los cuales un 83% no estaban acompañados, y 2.085 mujeres, informa Efe. En ese mismo año, 3.139 personas perdieron la vida en el Mediterráneo,  2.853 de ellas en el Mediterráneo central, según datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

La primera misión realizada por el Aquarius tuvo lugar en febrero de 2016. Desde entonces, el barco ha efectuado un total de 170 operaciones de salvamento y otras 68 de transbordo, en las que recibe inmigrantes rescatados por otros barcos que operan también en la zona, se puede leer en el informe. En dos años y cuatro meses rescataron a 29.318 personas.

Sophie Beau, cofundadora de la ONG, ha indicado que 2017 fue un año «muy difícil» debido a la «campaña de criminalización de las ONG«, que se ha desarrollado principalmente en Italia, y la legitimación de los guardacostas libios para los rescates, un acuerdo firmado por el Consejo Europeo en la Declaración de Malta el 3 de febrero de 2017. Esta estrategia europea se traduce en «una multiplicación de las intercepciones de las embarcaciones, que son devueltas a Libia, en contra de las reglas del Derecho Internacional que obligan a desembarcar a las personas rescatadas en un «puerto seguro» (Convención de Génova)».

El Mediterráneo central, que separa Italia de Libia, es la ruta migratoria más mortal del mundo, según ha subrayado la organización, tanto por la distancia entre ambas costas como por su peligrosidad. La procedencia de la mayor parte de los inmigrantes recatados es de África subsahariana y del Cuerno de África (Eritrea, Somalia, Sudán y Etiopía) y, de manera puntual, de Marruecos, Bangladesh, Pakistán, Siria, Libia, Afganistán o Palestina.

El tipo de embarcación más usada, según SOS Méditerranée, son las lanchas neumáticas, de apenas una decena de metros, con reservas insuficientes de carburante y que representan un riesgo constante de hundirse por el peso de entre 100 y 200 pasajeros que suelen tomar la embarcación. Otras alternativas son antiguos barcos de pesca o barcas de madera, todas «inadecuadas para la navegación en alta mar«.

Una de las operaciones más significativas se produjo entre el 18 y el 19 de marzo, cuando la ONG rescató a 946 personas. La segunda tuvo lugar el 23 de mayo, cuando supuestos guardacostas libios dispararon al aire e interrumpieron el salvamento de 1.004 personas junto a otras organizaciones humanitarias. El pánico hizo que 67 inmigrantes se lanzaran al agua en dirección al Aquarius. Los chalecos salvavidas distribuidos poco antes por la ONG evitaron que se ahogaran.

La ONG debe de hacer frente a un coste de 11.000 euros por cada día en el mar. En 2017 su presupuesto, procedente en un 93% de donaciones privadas, aumentó a 3,6 millones de euros, un 63% más que en el año anterior.