Los asesinatos de periodistas vuelven a crecer tras cinco años de caída
Este año, el número de periodistas asesinados en el mundo ha incrementado un 8% con respecto a 2017. Supone el primer aumento tras cinco años de descensos, según el informe anual publicado este martes por Reporteros Sin Fronteras.
Este año, el número de periodistas asesinados en el mundo ha incrementado un 8% con respecto a 2017. Supone el primer aumento tras cinco años de descensos, según el informe anual publicado este martes por Reporteros Sin Fronteras.
La cifra de periodistas profesionales asesinados este año es de 63, la más alta en tres años. Si se añaden también los reporteros no profesionales, que son cruciales para la transmisión de información desde países en guerra o bajo regímenes dictatoriales, el número asciende a 80, lo que supone un aumento de un 8% con respeto al año anterior, cuando esta cifra alcanzó su nivel más bajo en esta década.
«La violencia contra periodistas alcanza un nivel inédito este año. Todos los registros son alarmantes», ha indicado el secretario general de RSF, Christophe Deloire. El informe anual, que la ONG publica desde 1995, agrega que 348 periodistas están en prisión por actividades ligadas a su oficio, un 7% más, y que otros 60 están secuestrados, un 11 % más interanual.
Deloire ha denunciado que el odio lanzado contra los reporteros por diferentes líderes políticos o empresarios «se ha traducido en un incremento inquietante» de los ataques, un fenómeno que se amplifica en las redes sociales.
La organización ha indicado que, aunque los principales escenarios de los asesinatos han sido Afganistán (15 muertos) y Siria (11), el 45% de ellos han caído en países que no están en conflicto, con especial atención a México, donde nueve han perdido la vida.
Los «depredadores de la libertad de prensa son numerosos» en México, sobre todo contra periodistas que cubren asuntos relacionados con la corrupción política y el crimen organizado, blanco de intimidaciones y agresiones, cuando no asesinatos, señala el balance. «La impunidad, vinculada a la corrupción generalizada que reina en el país, alcanza un nivel récord y alimenta el círculo vicioso de la violencia», añade RSF, que denuncia que las medidas de protección de los periodistas son «insuficientes e ineficaces».
En esta lista sobresale también Estados Unidos con seis periodistas asesinados, ligados al sangriento tiroteo contra la redacción del Capitol Gazette en junio, el mayor ataque contra un medio en la historia del país, cometido por un hombre que durante seis años acosó a los trabajadores del mismo a través de Twitter.
RSF ha indicado que el asesinato del checo Jan Kuciak y del saudí Jamal Khashoggi «han evidenciado la determinación, sin límites, de los enemigos de la libertad de prensa», y ha subrayado que 49 de los asesinados en el mundo estaban en el objetivo de sus asesinos, mientras que los otros 31 murieron en el ejercicio de sus funciones.
Los encarcelamientos de reporteros debido a su trabajo han incrementado un 7%, hasta alcanzar los 348, debido a que el número de los «no profesionales» entre rejas ha aumentado un 40%.
Centrados en perseguir a los «ciberreporteros»
RSF han indicado que los regímenes más represores han «amordazado durante años la prensa tradicional», por lo que ahora se centran más en perseguir a «ciberreporteros» y otras formas de información. Entre los países donde se ha observado este fenómeno destacan China, Arabia Saudí, Egipto o Irán.
China es la principal prisión para periodistas, con 60 encarcelados, diez de ellos en peligro de muerte, según RSF; le siguen Egipto con 38, Turquía con 33 y Arabia Saudí e Irán con 28 cada uno.
El último capítulo del informe lo ocupan los periodistas que son rehenes, 60, otro indicador en ascenso de un 11%.
Pese a la caída del grupo yihadista Estado Islámico (EI), este sigue siendo el principal responsable de los secuestros, 21, repartidos entre Irak y Siria, país que cuenta con más secuestros, 31, frente a los 17 de Yemen y los 11 de Irak. Tan solo un rehén está fuera de Oriente Medio, en manos del autoproclamado gobierno autónomo de Donetsk, en el este de Ucrania.