La Comunidad Valenciana multará las terapias de conversión con hasta 120.000 euros
Las Cortes Valencianas han aprobado este miércoles una ley que prohíbe las terapias de conversión para modificar la orientación sexual y prevé multas de hasta 120.000 euros en caso de infracción muy grave, como realizar o difundir este tipo de terapias.
Las Cortes Valencianas han aprobado este miércoles una ley que prohíbe las terapias de conversión para modificar la orientación sexual y prevé multas de hasta 120.000 euros en caso de infracción muy grave, como realizar o difundir este tipo de terapias.
La ley valenciana para la igualdad de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales ha quedado aprobada con el apoyo de los socialistas, de Compromís, Ciudadanos y Podem y con la abstención del PP.
La ley, además de penar las terapias de conversión, establece otras medidas, como que los cuerpos policiales de los municipios de más de 50.000 habitantes tendrán un grupo especializado en la prevención de delitos de odio, así como que se le garantizará el acceso a técnicas de reproducción asistida en la sanidad pública a las personas del colectivo LGTBI[contexto id=»383891″] en condiciones de igualdad.
La ley, además, crea el Espacio de la Memoria LGTBI, que contará con documentos relacionados con la represión que ha vivido este colectivo y recordará a las personas que fueron perseguidas, torturadas y asesinadas por formar parte del mismo. También crea el Consejo Valenciano LGTBI, un órgano consultivo que velará por el cumplimiento de esta norma.
Los grupos parlamentarios y los colectivos LGTBI que se encontraban en la tribuna de invitados han celebrado la medida con un largo aplauso.
La diputada socialista Rosa Mustafá ha asegurado que, aunque queda «mucho camino por recorrer», hoy es un «día grande» porque se aprueba una ley «ambiciosa» y que avanza en la igualdad «real y efectiva», con la que se evitará que «nadie más tenga que vivir dentro del armario o volver a entrar en él».
El portavoz de Compromís, Fran Ferri, quien ha colgado en su escaño la bandera LGTBI, ha reivindicado que esta es una ley hecha «con» el colectivo, que todavía sufre agresiones, odio o sencillamente miedo, y ha destacado que cuando se expulsa la homofobia de las instituciones, entra la igualdad por la puerta.
Por otra parte, la diputada del PP Blanca Garrigues ha dicho que la postura de su grupo es una «abstención muy positiva», porque aunque no es la ley que habría hecho su partido, son más las cosas que les unen que las que les separan.